El concejal de Urbanismo de Benidorm, Juan Ángel Ferrer, declaró ayer que "el último compromiso de la Generalitat, de la Sociedad de Proyectos Temáticos de la Comunidad Valenciana, entidad de la que depende la construcción del centro cultural, es iniciar las obras este trimestre, y una vez concluidas, ponerlo en funcionamiento". Según Ferrer, tanto él como la edil de Cultura han mantenido varias reuniones con los responsables autonómicos para reactivar unas obras que llevan paralizadas más de un año. Fruto de dichos encuentros, "confiamos -según recalcó Ferrer- en la palabra dada por el secretario autonómico, Luis Lobón, de que se reinicien los trabajos en ese plazo".

Desde la Conselleria de Turismo y Cultura esa fecha no está tan clara, aunque si que se reanudarán este 2012. "La intención del Consell es terminar el centro cultural en cuanto se resuelvan los problemas técnicos". Sin explicar en qué consistían esos problemas, recordaron que fueron éstos el motivo por el que se paralizó la obra, que esperan retomar.

Pero los vecinos y trabajadores de la manzana donde se encuentra la gran mole de hormigón a medio construir escuchan esas promesas como quien oye llover. Hace meses, antes de las elecciones, primero municipales y luego nacionales, los representantes políticos se manifestaban junto a sus puertas, frente al edificio a medio hacer, para reclamar su finalización. Ya nadie pasa por allí y no tienen la más mínima idea de si el proyecto sigue en marcha o de si el solar está en venta.

"Yo pensaba que se lo iban a vender al Corte Inglés y estaba tan contenta, porque animaría muchísimo la zona", comentaba una vecina de una de las torres. Junto a su portal, la farmacéutica apostaba, precisamente, por la venta de la infraestructura, como hace escasos meses propuso el empresario de Benidorm Antonio Puchades, "para que paguen todo lo que deben". "Si la Conselleria no tiene dinero para pagar los medicamentos ni para mantener colegios y hospitales, ¿va a haber para esto?", preguntaba la titular de la farmacia, quien recordó que la Generalitat debe a su colegio profesional desde hace medio año los medicamentos, "aunque luego salga Fabra diciendo que estamos al día... hemos llegado a un punto en el que estamos financiando una deuda pública". Ella apuesta porque, aunque Benidorm continúe sin centro cultural, como ha estado hasta ahora, lo mejor que se podría hacer con la infraestructura sería venderla. De ese modo, "el Consell podría invertir el dinero en asuntos más importantes, como la sanidad o la enseñanza, y el ayuntamiento podría pagar a sus proveedores".

Frente al centro, en un lateral, se encuentra una agencia de viajes mayorista. Sus agentes creen que "la cultura es importante y se necesita, y por ello deberían acabarlo y abrirlo", pero la confianza que tienen en que esto pase es nula a tenor de la propuesta que lanzan al Ayuntamiento. "Mientras siga la obra parada, podían abrir la calle, volver a recuperar el espacio de aparcamiento que quitaron". Entre la valla y la estructura del hotel hay casi dos metros. En ellos, restos de carretas, vigas, y ladrillos que los operarios dejaron como si al día siguiente fueran a continuar trabajando, y que siguen intactos.

Próximos al esqueleto de hierro y cemento se encuentran también dos hoteles, apartamentos turísticos, y establecimientos de hostelería con público mayoritariamente inglés. "Esto, como está, ahuyenta a los turistas, prefieren alojarse en otra zona de Benidorm, porque nadie se arriesga a irse de vacaciones al lado de una obra, donde pueda despertarse con ruido", apuntaron. Al menos les consuela que "algunos no sepan cómo está esto hasta que llegan, porque en el satélite de Google sigue saliendo una parcela limpia, sin ningún edificio".

Sin planes hasta 2013

Por otra parte, de cumplirse por fin el compromiso del Consell, retomándose la construcción del recinto cultural, las obras no terminarían hasta 2013, según apuntó ayer el regidor de Urbanismo. Por ese motivo, el proyecto no contará con partida económica este año. Según declaró ayer la concejal de Cultura, Eva Mayor, no tendría sentido destinar presupuesto a algo que no se va a utilizar. "No tengo por qué privar a la ciudadanía de una oferta cultural", dijo, si bien explicó que en el momento en el que se ponga en funcionamiento, se buscará la fórmula para mantenerlo, sin descartar que lo hiciera una empresa, a cambio de un canon, como estipula el convenio firmado al inicio del proyecto entre el Ayuntamiento de Benidorm y la Generalitat Valenciana.