Cacerolada contra el Consell. El IES l'Arabí de l'Alfàs del Pi salió ayer a la calle, cacerolas y cucharones en mano, para abuchear con ruido la política de la Conselleria de Educación y exigir el pago de la deuda que tiene con el centro: 60.000 euros.

Los impagos del Consell han llevado al instituto, como a tantos otros de la provincia, a estar en números rojos. Deben más de 6.000 euros a proveedores y siguen con la calefacción encendida porque el Ayuntamiento ha tenido que salir al rescate. Por increíble que parezca, la administración local ha tenido que abonar 3.000 euros para que el centro pudiera llenar la caldera y para no dejar a alumnos y profesores sin calefacción en pleno invierno.

Ayer, además de la cacerolada, el profesorado aprovechó el mercadillo para informar a los vecinos de su protesta "contra el desmantelamiento de la educación pública".

No es el único instituto con serios problemas. El IES Bellaguarda de Altea tendrá que empezar la próxima semana sus clases sin calefacción y el IES Malladeta de La Vila adeuda ya 6.200 euros de las facturas de luz de noviembre y diciembre. En el IES Marcos Zaragoza llegaron a cortarla en Navidad, dejando a la conserje sin suministro una semana.