Esta semana se ha puesto en marcha en Benidorm un proyecto que pretende perfilar un modelo de rehabilitación energética para los hoteles de la provincia construidos entre los años 60 y 70, atendiendo a las características climáticas de Benidorm y la Costa Blanca. La primera fase del mismo, que ha comenzado a realizarse en el hotel Palm Beach de Benidorm, consiste en un estudio piloto sobre las condiciones climatológicas de la zona y el consumo energético del establecimiento. Según informó ayer el diputado de Medio Ambiente, Miguel Zaragoza, el proyecto ha salido a la luz "gracias al trabajo conjunto de la Agencia Provincial de la Energía y Hosbec" y se ejecutará junto al Colegio Territorial de Arquitectos de Alicante.

El proyecto, según añadió el diputado, contempla la mejora del aislamiento y el control de la acción del sol en las fachadas del edificio del hotel con el fin de reducir la demanda de energía utilizada para climatizar su interior. En este sentido, Zaragoza recordó que "la institución provincial lidera el proyecto europeo Enerintur-Energía Inteligente para el Turismo- a través del que se promueve la implementación de energías renovables, acciones de ahorro y eficiencia energética".

Para Hosbec, según declaró ayer su presidente, Antonio Mayor, este es un proyecto que se la planta hotelera suma de los iniciados en favor de la sostenibilidad y la eficiencia energética. "Hasta ahora ya habíamos aplicado medidas de ahorro energético, pero este estudio va a más, sus resultados podrán aplicarse a toda la planta hotelera de la Costa Blanca, y ésta podrá invertir en función a los mismos, generando no sólo un menor gasto de energía sino también empleo".

Con este proceso, los hoteles podrán conocer los criterios energéticos que tienen que utilizar en las mejoras, así como las modificaciones y rehabilitaciones parciales que se vayan acometiendo en estos establecimientos. En este sentido, según explicó el director del hotel Palm Beach, Javier García, podrán conocer con mayor detalle el ahorro que supone utilizar un tipo de cristal u otro en función de su grosor o el aislamiento de la fachada, etc. "La idea no es tanto mostrar cómo reducir costes, sino demostrar como una arquitectura eficiente, que no se hacía en los años 60 y 70, puede suponer un uso muy reducido de energía, contribuyendo así también a preservar el medio ambiente".

Según añadió, los estudios durarán meses, y se llevarán a cabo realizando mediciones sobre las temperaturas que se registran en cada área del establecimiento hotelero, a diferentes horas del día, y aplicando distintas variables, gracias a la utilización de aparatos de última tecnología.

El estudio no supondrá ningún coste para el hotel de Benidorm, aunque si la ejecución de las medidas que se deriven del mismo. "Se trata de ver qué hay que hacer y qué tipos de aislamiento se pueden poner para, según se vayan rehabilitando los hoteles, poder ir adaptando las recomendaciones que se citen en el estudio", añadió el director.

Y es que, como el Palm Beach, edificado en 1973, la mayoría de hoteles de Benidorm y la Costa Blanca, pese a haber sido rehabilitados, sobre todo de su interior, no han acometido reformas siguiendo los parámetros que marca la arquitectura eficiente desde el punto de vista energético, que se está fomentando en los últimos años.