Más bares, más pubs de karaoke y más salones donde ir a ponerse guapo o a que a uno le coman los peces las pieles de los pies. El Ayuntamiento de Benidorm tramitó durante el pasado 2011 la apertura de tres nuevas empresas diarias por cada uno de los 365 días del año, según se desprende de los datos aportados ayer por el concejal responsable de este departamento, Juan Ángel Ferrer. En concreto, los técnicos municipales gestionaron un total de 1.153 expedientes, de los cuales 956 obtuvieron el visto bueno del Consistorio para poder abrir sus puertas al público, 79 fueron anulados, 57 denegados y 61 siguen aún en tramitación.

El balance de aperturas presentado ayer por el Consistorio deja entrever dos cosas: que los malos resultados económicos de los últimos años apenas han hecho mella en el espíritu emprendedor que ha caracterizado a Benidorm desde finales de la década de los 50 y que muchos pequeños empresarios de la ciudad han intentado afrontar la crisis creando nuevos negocios para salir adelante. Otra cosa, claro, sería ver cuántos de ellos permanecieron abiertos meses después de su apertura y en qué medida se relacionan el número de establecimientos de nueva creación y el número de cierres durante los últimos doce meses del año, un dato que no fue concretado ayer por el Ayuntamiento.

En cualquier caso, sí parece claro que la actividad comercial esquivó la crisis durante el pasado 2011. De hecho, la tramitación de expedientes para la apertura de nuevas empresas mejoró un 13 por ciento con respecto a la media de los últimos dos años. En el que acaba de concluir, el departamento municipal de Aperturas recibió 1.153 solicitudes de licencia, por las 1.091 registradas durante el año 2010 y las 909 que se tramitaron en 2009, según los datos facilitados ayer por el edil Ferrer.

Recaudación

La actividad comercial no sólo movió volumen de negocio entre los distintos empresarios implicados en la puesta en marcha de nuevos establecimientos. También supuso una importante fuente de ingresos para el Ayuntamiento. En concreto, según la información aportada por el gobierno local, las arcas públicas percibieron 940.000 euros por todas las licencias de apertura revisadas y concedidas por sus técnicos a lo largo de todo el año. Cerca de un millón de euros que, como destacó ayer el concejal Juan Ángel Ferrer, "en momentos de dificultad como estos significan que Benidorm mantiene su actividad comercial, económica y empresarial, haciéndonos líderes del turismo y de la actividad económica en la Comunidad Valenciana".

Ciudad de ocio

Los datos aportados ayer por el edil de Aperturas vuelven a situar a Benidorm como una ciudad entregada casi por completo al ocio. De hecho, bares, cafeterías, restaurantes, pubs y karaokes fueron los negocios que mayor volumen de licencias solicitaron al Ayuntamiento durante el pasado año: 375 de las 956 concedidas.

Otro dato a destacar es también la agitada actividad del sector relacionado con la belleza, que al parecer tampoco tuvo en cuenta la crisis. El Ayuntamiento otorgó 18 permisos para poner en marcha una peluquería y hasta 33 para regentar salones de estética, dato este último donde también se incluye el elevado número de establecimientos dedicados a la ictioterapia, las sesiones con peces llamados "garra rufa", que han proliferado en las calles del centro de la ciudad en los últimos meses, según indicaron desde el departamento municipal de Aperturas.

Mayo, agosto y noviembre, los meses de mayor optimismo

La solicitud de licencias de apertura para poner en marcha un nuevo establecimiento no evolucionó por igual, ni mucho menos, en todos los meses de 2011. Mayo, agosto y noviembre fueron los periodos en los que los emprendedores locales mostraron mayor optimismo a la hora de lanzarse a desarrollar un nuevo negocio, frente a enero y diciembre, los meses con menor movimiento y actividad en el departamento de Aperturas a la hora de conceder licencias.

En los "meses buenos", los permisos superaron el centenar: 117 concedidos en mayo, 110 en agosto y hasta 134 durante el mes de noviembre, según los datos aportados ayer por el gobierno local. Por contra, en los "meses malos" apenas se superó una tramitación de 50 permisos mensuales: 38 durante el de enero y 45 en el de diciembre de 2011, como se deduce de la misma información. En el resto, se superó siempre el medio centenar de licencias y a veces se rozaron las cien, como en abril, con 95, o septiembre, con 97. Ferrer fijó de 20 a 30 días el plazo de concesión de un permiso para actividades no molestas, que se incrementa entre los tres y los seis meses cuando las licencias requieren una certificación ambiental.