Aunque afirma que nadie le han dicho a la cara que puede resultar políticamente incorrecto, sabe que hay a quienes no les agrada que hable claro sobre algunos problemas, como son el deterioro de la iglesia-fortaleza de la Asunción de La Vila, declarada Bien de Interés Cultural, o el elevado número de personas que sobrevive gracias a Cáritas en el municipio mientras la Administración parece más atenta a otros temas. Aun así, Juan José Ortega no busca la confrontación, ni poner a ningún político en evidencia. Sólo pretende, según explica, encontrar soluciones a cuestiones urgentes que han estado en el olvido, o dejadas de lado, durante demasiado tiempo.

¿Por qué se hizo cura?

Porque me gusta estar entre la gente siendo testigo de Dios... el sacerdocio es una vocación, no una profesión. Alguien te llama a ser testigo suyo entre la gente, y te hace sentir bien.

¿Incluso donde la asistencia a la iglesia es escasa?

La Vila, pastoralmente, es dura, no es un lugar fácil... Es cierto que es una ciudad religiosamente fría, pero si Dios quiere que esté aquí, es porque es el mejor lugar del mundo en el que puedo estar.

Usted, al menos, parece decidido a que así sea, pues no ha cesado de pedir ayudas y movilizarse para rehabilitar su parroquia, la Asunción.

Es que cuando llegué se me cayó el alma a los pies, pensé que este templo era una cueva, y más cuando empezaron a informarme que la sacristía se hundía, que la bóveda estrellada tenía amenaza de colapso, que estaban mal la torre, el paseo de Ronda y tejado... Me asombré de que integralmente el templo estuviera tan mal.

¿Qué ha rehabilitado en los dos años que lleva en La Vila, con qué fondos, y qué le queda por hacer?

Hemos arreglado el tejado, el paseo de Ronda, y las caras externas del campanario, que era lo prioritario. Además de restaurar el interior de la capilla Santa Marta, y otros arreglos, como ha sido cambiar toda la instalación eléctrica, que era una bomba de relojería. Lo hemos hecho gracias a la propia parroquia, donaciones, y la ayuda de la CAM. Queda por cambiar las tejas de la capilla de Santa Marta, que empezaremos después de Reyes, el interior de la iglesia... queda mucho.

Mientras pide para arreglar este templo, ha iniciado la edificación de una nueva iglesia. Mucha gente le critica porque cree que no está el panorama como para gastar dinero en construir iglesias, y menos teniendo una monumental por arreglar.

Es que no se ha entendido bien lo que estamos haciendo. Construimos una nueva iglesia con un préstamo que van a pagar los feligreses, no los ciudadanos de La Vila. A éstos les pedimos que colaboren en conservar el templo de la Asunción, pues creo que debería ser asumido por todos, ya que es patrimonio cultural de los que vienen a misa y de los que no. En cuanto al nuevo complejo, era necesario porque no tenemos locales, y allí Cáritas, que atiende a centenares de personas, asumiendo un servicio que debía prestar la Administración, tendrá un espacio adecuado, como lo tendrán los niños que van a catequesis y las personas que les gusta reunirse a rezar. Además, cuando arreglemos la Asunción por dentro, tendremos que cerrarla, y necesitaremos otro lugar.

Parece usted dispuesto a dejar las infraestructuras de la iglesia en La Vila mejor que nunca, ¿se ha planteado también el reto de conseguir que alguno de los 4.000 festeros que entran en ella el día de Santa Marta, lo hagan también el resto del año?

Sí, lo que va vinculado a la fe y a Santa Marta no debe ser algo puntual ni de un día. Las parroquias existen para facilitar el encuentro de las personas con Dios, y si eso no se da, no tiene sentido el resto. Yo no me hecho cura para ganar mil euros y restaurar iglesias, sino para ayudar a la gente y crear comunidad.

Para finalizar, ¿qué opina de que el Ayuntamiento haya perdido más de 370.000 euros para arreglar las murallas renacentistas que están pegadas al templo?

Me parece una mala noticia, pues de alguna manera, es parte del conjunto, la iglesia-fortaleza y la muralla. Lo dicho, una mala noticia, y más cuando el dinero había sido concedido.

¿Qué tal son las relaciones con el Ayuntamiento, ha contribuido también en fondos para restaurar la fortaleza?

Las relaciones son buenas, el Ayuntamiento tiene la plena colaboración de la parroquia, tiene la llave para enseñarla, es un lugar turístico que forma parte de las rutas culturales, pero no tiene dinero para la rehabilitación.

¿Hasta cuándo en La Vila?

Unos ocho años, no más. Hay que cambiar, empezar de cero en otra parte, y dejar paso a gente con nuevas ilusiones. Además, el mismo cura pidiendo para lo mismo durante muchos más años resultaría muy cansino.