Grandes beneficios medioambientales pero efectos aún desconocidos sobre el sector turístico. El Ayuntamiento de Benidorm se ha propuesto dejar de retirar las algas que durante todo el invierno se acumulan en la orilla de las playas de la ciudad para que, de este modo, las hojas de posidonia oceánica que llegan hasta la costa sirvan como barrera protectora de la arena de cara a los temporales. Así lo anunció ayer el concejal de Playas y Medio Ambiente, José Marcet, después de participar en unas jornadas informativas sobre banderas azules que se desarrollaron a finales de noviembre, con la colaboración de la Fundación para la Biodiversidad. "Será una experiencia piloto" destacó el concejal, quien además destacó que esta medida, junto a sus beneficios medioambientales, podría reportar un considerable ahorro económico a las arcas públicas.

Para poder llevarla a cabo, tanto el gobierno local como los técnicos del departamento son conscientes de que deberán luchar contra un elemento externo: la presión social de vecinos y turistas, a los que ver la playa llena de algas puede provocar cierto rechazo. "Hay que concienciar a la gente de que las algas no son suciedad ni basura, sino un importante recurso natural, y sabemos que eso puede ser una tarea complicada", manifestó ayer Marcet, quien buscará ahora el apoyo de empresarios relacionados con el sector turístico para que la medida pueda desarrollarse con éxito.

El edil, junto a los biólogos municipales Moisés Pellicer y Rosa Fuster, argumentaron ayer la decisión municipal con datos: retirar los lechos de posidonia muerta de la orilla genera un coste de 56,60 euros por tonelada, lo que sólo durante 2011 supuso un desembolso de 42.000 euros a las arcas municipales y, desde 2008, de cerca de 230.000 euros. Pero al coste económico hay que sumar el medioambiental. Según los técnicos, por cada kilo de algas que se limpia de la orilla, se arrastra -o se pierden- tres kilos de arena, lo que representa un retroceso de la línea de costa de diez centímetros al año. Y el área municipal de Medio Ambiente no está dispuesta a ver cómo se pierde arena: "Benidorm vive de sus playas y no podemos seguir arriesgándonos a perderlas", señaló la bióloga Rosa Fuster, durante una exposición en la que recordaron la problemática que sufrió la playa de Poniente, a la altura del Parque de Elche, a finales de los años 80 y que obligó a realizar una importante regeneración artificial de arena.

En la agenda desde 2003

El Ayuntamiento de Benidorm tiene pendiente desarrollar esta actuación desde al año 2003, cuando el entonces gobierno local del PP se propuso dejar de retirar las hojas de posidonia entre noviembre y febrero. El biólogo municipal Moisés Pellicer reconoció que, desde entonces, el Consistorio ha reducido la frecuencia con la que se retiraban los arribazones de algas, pero agregó que nunca se ha podido desarrollar por completo la medida porque "llega un momento en el que se reciben tantas llamadas y quejas que no queda más remedio que limpiar la orilla".

Ahora, el actual edil de Playas se ha propuesto mantener las algas no solo hasta febrero, sino alargar el periodo hasta Semana Santa. Para ello, pretenden llevar a cabo una campaña de información y concienciación social, con el fin de reducir las quejas y el rechazo social.