Contra viento y marea, 2011 está resultando ser, para el sector hotelero de Benidorm, el mejor de todos los que se han sucedido en los últimos años de crisis económica. Según confirmó ayer el presidente de la patronal hostelera Hosbec, Antonio Mayor, en lo que respecta a la ocupación Benidorm sigue siendo el líder y, aunque no obtiene una rentabilidad óptima, su marca sigue en la mente de los mercados emisores. Lo hace gracias a que Benidorm, según apuntó Mayor, sigue relacionándose con felicidad y con diversión. Quien pasa unos días en la ciudad regresa a sus lugares de origen con un buen recuerdo y eso, en una época de constantes malas noticias, está dando buenos resultados. En este sentido, Mayor explicó que "además de tener una temperatura estupenda, la gente lo pasa bien aquí, la marca Benidorm sigue siendo potente... ejemplo de ello lo hemos visto esta semana, en la que hemos estado en la primera línea informativa de los medios nacionales como un producto cuya imagen es la felicidad". Pero el escaparate no lo es todo. No se vendería igual si el precio no fuera apto para todos los bolsillos, incluso los menos pudientes. Por ello, Mayor reconoció que al sector le "falta rentabilidad", pues en temporada baja se va saliendo con ofertas, muchas vendidas al mercado británico.

Esta semana, sin embargo, las ventas se han dirigido al mercado nacional, que sí ha decidido salir en el largo puente que ha propiciado el hecho de que los festivos hayan sido entre semana. Según declaró Mayor, tal circunstancia ha animado algo más las ventas y, aunque no se ha vendido el cien por cien de las plazas, se estima que cerrará por encima de la gran mayoría de municipios españoles, solo por debajo de Madrid, Barcelona y quizá algún municipio de Canarias.

El liderazgo de Benidorm como destino para el mercado nacional y extranjero llega, además, por la permanente renovación de su planta hotelera. En este sentido, el presidente de Hosbec recordó que, como cada año, otros tres o cuatro establecimientos de la ciudad están ejecutando reformas integrales, reflejando la apuesta de la inversión privada en este segmento productivo, aunque haya habido que ajustar los precios por la crisis.

Baja ocupación de apartamentos

Las cifras de los hoteleros no son, sin embargo, reflejo de cómo está la industria del alojamiento turístico en la capital de la Costa Blanca. Aunque los campings mantienen sus reservas en invierno bastante bien, al ser la temporada alta de este tipo de alojamiento (con residentes extranjeros de largas estancias), los apartamentos turísticos están pasando un mal año, que además, al contrario que los hoteles, no mejora cuando llegan puentes o festivos como esta semana, ya que el tipo de visitante que llega a la ciudad esos días prefiere el hotel. Según explicó ayer Sergi Gambi, presidente de Aptur (Asociación de Apartamentos de la Costa Blanca), en general el invierno se está vendiendo "muy mal, la gente que viene a apartamentos no es de alquiler, sino que van a los suyos, a la segunda residencia para una larga estancia. Por eso en general el año, pese a la buena ocupación, no va a cerrar con muy buena caja".

Año negro para la restauración

El tercer sector que se nutre del turismo en Benidorm, la restauración, es el que peor está llevando la crisis, sobre todo por el contagio del "todo incluido" al que se apuntan cada vez más hoteles. Según declaró ayer Eugenio García, presidente de Abreca (Asociación de Bares y Restaurantes de Benidorm), 2011 ha sido un año negro, como puede verse, a menor escala, con lo que está ocurriendo este puente. "En general va muy flojo, aunque hasta el lunes no tendremos cerrados los datos, lo que me han transmitido es que mientras a unos les está yendo muy bien, a otros les ha ido muy mal. El público residente que viene no gasta, y el todo incluido está matando a Benidorm, en lo que se refiere a la restauración. La apuesta por intentar hacer que los clientes solo hagan gasto en el interior de los hoteles nos desfavorece hasta el punto de que está siendo el peor año de la crisis, aunque las ventas vayan por barrios".

Aún así, García destacó que hay locales que mantienen el tipo y que no les está yendo mal. Son aquellos, según apuntó, que han ido renovándose, "preocupándose por el servicio, afrontando la crisis manteniendo calidad, servicio e higiene". Eso sí, con el personal ajustado. "Ya apenas hay despidos porque estamos al mínimo, al menos en nuestro sector", declaró.