Ya hay una víctima. La crisis que atenaza a las concesionarias municipales de Benidorm ha provocado por primera vez la pérdida de un servicio público prestado por el Ayuntamiento, además de carácter social. El alcalde, el socialista Agustín Navarro, anunció ayer la supresión del Servicio de Atención Domiciliaria (SAD), que daba cobertura a personas mayores de 259 familias de la ciudad. El futuro de las mismas queda ahora en el aire. Navarro, eso sí, prometió que "no vamos a dejar tirado a nadie" y aseguró que se buscarán fórmulas para no dejar sin asistencia a los afectados, especialmente a 46 "grandes dependientes", que son los que necesitan ayuda con mayor urgencia. Aún así, fue reacio a concretar cuales serán esas fórmulas.

Esta decisión lleva aparejada una segunda consecuencia de carácter laboral: hasta la fecha, esta labor de ayuda social era prestada por la mercantil ASER, adjudicataria del servicio, y que ha sido embargada por la Seguridad Social por una deuda de 8 millones de euros; de hecho, sus 50 trabajadoras llevan tres meses sin cobrar, motivo por el que el pasado 21 de noviembre iniciaron una huelga de doce días, que concluyó el pasado viernes. Ahora, salvo milagro, se irán al paro. Lo hacen cuando, paradójicamente, ayer el pleno municipal debatía una serie de medidas para fomentar el empleo en la ciudad.

Ahora bien, no es el Ayuntamiento el que técnicamente prescinde de esas profesionales. Navarro se ha limitado a rescindir el contrato con ASER, algo que se hará efectivo el próximo 8 de diciembre. Por lo tanto, será la empresa la que deberá comunicar a las trabajadoras no sólo que el contrato con el Consistorio de Benidorm queda rescindido, sino también que ocurre con su futuro y con sus puestos laborales. Pero parece evidente que estos ya no van a hacer falta.

No obstante, el alcalde quiso comunicar esta decisión de primera mano a la plantilla, cuyas representantes habían protagonizado varias movilizaciones ante el Ayuntamiento durante las dos últimas semanas e incluso obligaron a Navarro a suspender un pleno tras invadir el hemiciclo municipal con pancartas. De ahí que ayer, y al concluir la sesión plenaria del empleo, el munícipe mantuviera un encuentro con decenas de esas trabajadoras, quienes le estaban aguardando ante la puerta de su despacho. La reunión fue tensa y en ella participaron otros miembros del ejecutivo local, como la edil de Bienestar Social, Cristina Escoda.

Antes de finiquitar a ASER, el Consistorio va a saldar sus deudas con esa mercantil: hasta mañana miércoles, las arcas municipales abonarán 177.000 euros a la empresa en endosos bancarios y otros 120.000 que irán a parar directamente a la Seguridad Social, debido al embargo. De ahí que sea muy difícil que las trabajadoras vayan a poder cobrar lo que se les debe desde septiembre.

Navarro asume esta decisión después de haber intentado otras alternativas. Ninguna ha salido bien. El jueves, el munícipe llegó a anunciar que había encontrado a una mercantil local, "Nos importas", dispuesta a hacerse cargo del servicio durante dos meses y a subrogar a las trabajadoras de ASER. Después, podría sacarse a concurso una adjudicación definitiva o incluso hacer municipal el servicio. Pero esta hoja de ruta saltó hecha pedazos al día siguiente, cuando "Nos importas", según Navarro, "hizo sus números" y, tras hacerlos, anunció que renunciaba a prestar el servicio. Ante las críticas vertidas entonces al alcalde por esa marcha atrás, ayer éste prefirió curarse en salud y declinó concretar cómo atenderá a partir de ahora Benidorm a sus dependientes. Sólo insistió en que "nadie tiene porqué preocuparse". Por su parte, Escoda aludió a la posibilidad de concertar una línea de subvenciones para que las familias implicadas puedan hacer frente a la ayuda domiciliaria y prometió que su concejalía "se pondrá en contacto con todos los afectados".

"¿Estoy despedida?; ¿Puedo cobrar paro?"

Para el Ayuntamiento, la culpable de esta situación es ASER, una empresa que se ha vuelto insolvente no sólo en Benidorm, sino en toda España. Pero CC OO lo ve de otra manera: este sindicato acusó ayer al Consistorio de "dejar en la estacada" tanto a los trabajadores del servicio como a las familias que se beneficiaban del mismo. "Desde el inicio del conflicto, ni el alcalde ni su edil de Servicios Sociales han cumplido ninguna de sus promesas". En este sentido, Comisiones consideró contradictorio que durante la huelga de la plantilla, el gobierno local impusiera unos servicios mínimos "abusivos" alegando que "éste era un servicio inaplazable y esencial" y ahora lo haya convertido en un "servicio prescindible que deja en situación muy precaria a centenares de familias dependientes". También manifestó "nuestra decepción por la gestión realizada por el alcalde, a pesar de que desde hace meses se conocía la situación de insolvencia de una empresa a la que de manera extraoficial se le adjudicó el nuevo concurso". Además, CC OO lamentó que ayer Navarro no aclarara si el dinero que el Consistorio pagará a ASER servirá para que los trabajadores cobren sus salarios. "Estos profesionales se encuentran en un limbo laboral mientras ASER no entregue la carta de despido para al menos tramitar las prestaciones por desempleo, tras meses sin percibir ni un solo euro".