El suyo es mucho más que una afición. Es un medio de comunicación, el único que está operativo cuando el resto falla, el único útil cuando hay grandes tragedias. Es, también, el más invisible cuando éstas no se producen. Sin embargo, durante este fin de semana su pasión, la "UHF" y la localización por "APRS" está más presente que nunca en Benidorm. La ciudad acoge el XXV Congreso Nacional de la Unión de Radioaficionados, entidad que cuenta con 33.000 asociados. De ellos cerca de 300 han acudido de forma presencial a la ciudad, "la época económica ha hecho difícil que vengan más", afirmaron ayer. En todo caso, son miles los que están siguiendo la convención, por primera vez en su historia, a través de Internet, según apuntó el presidente de "EA5URB", el indicativo de la Unión de radioaficionados de Benidorm.

Y es que este foro anual es muy importante para un colectivo que, aunque parezca anclado en el pasado por el sistema que utiliza en la era de Internet, está obligado por ley a poner sus equipos a disposición de la Administración en determinadas situaciones de emergencia. En la convención comparten experiencias, información sobre los últimos avances técnicos y postales. Éstas últimas no son las de uso turístico, sino las que los radioaficionados de todo el mundo se envían entre sí para dejar constancia de la comunicación lograda. Sin ellas, no hay forma de demostrar que uno ha estado hablando con el Rey de España ("EA0JC"), o con los compañeros de un nuevo país, Sudán del Sur, lugar muy cotizado, como otros de difícil alcance, y que permiten obtener un diploma acreditativo.

En cuanto a los avances técnicos, el presidente del colectivo, Enrique Herrera, destaca la presencia en la cita de la élite de los radioaficionados, con expertos en comunicaciones a larga distancia, y expertos en "rebote lunar", que consiste en apuntar la antena a la luna para hacer rebotar la señal en ella haciéndola llegar a cualquier otro lugar del mundo.

Pero sin duda, lo mejor de todo, son las experiencias. De ellas, Herrera recuerda la vivida con Quico Pérez Bayona, radioaficionado veterano de Benidorm, en los campamentos saharauis, cuando los visitó en el 99 el secretario general de la ONU... pero la historia es larga, y a diferencia de las ondas, el papel tiene sus limitaciones.