Licenciado en Filosofía por la Universidad de Harvard, este profesor emérito de la Universidad de Massachusetts, hoy dirige el "National Center for Teaching Thinking" de Boston (www.nctt.net), una organización sin ánimo de lucro que recorre el mundo ofreciendo asesoramiento, formación y materiales a los docentes para introducir el pensamiento crítico y creativo en la escuela. Ahora, desarrolla uno de sus proyectos en el colegio Lope de Vega de Benidorm.

La primera pregunta obligada es ¿qué es para usted el pensamiento crítico y creativo?

Son habilidades de pensamiento. Por un lado, cuando se tienen ideas, sólo algunas de ellas funcionan, pero tú necesitas ser realmente capaz de hacer surgir ideas originales para ser una persona creativa. Por otro, el pensamiento crítico es ser capaz de descifrar y calibrar si esas ideas funcionarán, de pensar críticamente sobre tu idea y preguntarte si es factible.

¿Y ambos se enseñan igual?

La técnica básica es la misma: enseñar a los alumnos estrategias para pensar preguntas importantes y responderlas; pero el tipo de preguntas que necesitas hacerte como pensador creativo, es diferente al que has de hacerte como pensador crítico, esa es la diferencia.

¿Se puede desarrollar ese pensamiento dentro del currículo de asignaturas actual?

Absolutamente, es realmente una cosa maravillosa de observar porque los estudiantes mejoran mucho. Aprenden a pararse y preguntarse cosas, a no tomar decisiones antes de responderse. Y cuando hacen esto en conexión con los contenidos del currículo, aprenden mucho más; porque no es sólo memorizar, piensan sobre lo que están aprendiendo en un orden superior. Es una cosa maravillosa y funciona realmente bien, puedes ver la mejora antes de aprender estas habilidades de pensamiento y después.

¿Cree que esa planificación de las materias en España es buena o echa algo en falta?

El currículo en España es igual que en otros países. Enseñas ciencias, matemáticas, literatura, etc. Hay otras materias importantes, que deben permanecer, como música o arte. Es un currículo rico. Cómo enseñas ese currículo es lo que realmente importa. La tradición en Educación es tener a los alumnos memorizando cosas y darles un test para ver qué es lo que recuerdan. Sabemos que esto realmente no funciona bien; los alumnos recuerdan cosas para el examen y las olvidan después. Tienen que usar la información que aprenden en sus vidas, fuera del colegio. Si les enseñas lo mismo, pero mediante habilidades de pensamiento, ellos participan, piensan sobre lo que están aprendiendo en términos de explorar, resolver y ver cómo pueden utilizar esa información para tomar decisiones. Aprenden a cómo descifrar información de Internet, qué es lo que es válido y preciso y lo que no. Son habilidades de pensamiento realistas que los estudiantes usarán en su día a día cuando estén fuera del colegio y el resto de sus vidas.

¿Cuál es el papel de Internet y las nuevas tecnologías en esto?

Bueno hay puntos de vista extremos y puntos de vista moderados. Una de las cosas interesantes que se dicen hoy es que, puesto que nosotros y nuestros estudiantes podemos tener cualquier información que queramos en un instante, desde nuestros iPhones, en Internet, los libros de texto están obsoletos. Los libros de texto no pueden ser el único vehículo de aprendizaje y los profesores tienen que ayudar a los estudiantes a aprender cómo conseguir buena información de estas fuentes. Hay una especie de cambio ahora en el modo en que la gente piensa sobre educación, que es en lo que estamos trabajando. Esto conlleva también riesgos porque cualquiera puede poner lo que quiera en Internet, así que los profesores tienen que enseñar a los alumnos cómo pueden descifrar lo que están recibiendo, hay mucha información y ahora no está completamente fabricada como antes, ese es el reto de los profesores.

¿Están los profesores preparados y dispuestos para esto?

Todos los profesores pueden aprender y crecer, y ser grandes profesores. No eres un profesor feliz sino eres un buen profesor y no eres un buen profesor si no puedes cambiar y adaptarte a la situación. Hay muchos profesores realmente interesados en esto, el mundo es un lugar diferente ahora y ellos tienen que hacer algo un poco diferente. Siempre hay algunos profesores que dicen, bueno, mis estudiantes lo han hecho bien en el examen y no voy a cambiar mi manera de enseñar, esperemos que se retiren pronto. Pero tenemos un nuevo tipo de profesores que realmente se aproximan a la educación del siglo XXI de una manera diferente.

Parece que ahora no es el profesor el que enseña sino el alumno el que aprende.

Es justo eso. Eso es muy importante, porque uno de los grandes cambios está en pasar de una clase centrada en el profesor a una clase centrada en el alumno. En una clase centrada en el profesor, el profesor lo produce todo él mismo y para sí mismo, es una persona que da información a los estudiantes; pero esto no debería ocurrir nunca más. Los profesores pueden poner a los estudiantes en pequeños grupos, trabajando juntos, y pueden ayudarlos a convertirse en estudiantes activos y no en alumnos pasivos y ayudarles a aprender a través del pensamiento y de lo que hay ahí fuera, en el mundo. El rol del profesor ha cambiado, está cambiando y va a continuar cambiando.

¿Estamos cerca o lejos de esos objetivos educativos?

Estamos muy lejos. En el mundo hay miles de escuelas y algunas están haciendo cambios y tratando de liderar a otras. Como el colegio Lope de Vega, estoy encantado de estar aquí porque este colegio se va a convertir en el líder de otras escuelas en España. Pero hay que ir poco a poco. Se necesita tiempo para hacer este tipo de cambio y tiene que haber gente disponible. Es un tipo de propósito a largo plazo y esperamos que no esté sujeto a los cambios de vientos políticos. Cuando otra gente sea elegida, esperamos que este espíritu de cambio que hay ahora continúe.

¿Es más fácil el cambio en la escuela privada que en la pública?

En los colegios privados hay mucha más flexibilidad, la administración de la escuela la tiene. Los colegios públicos están inmersos en lo que ocurre en la esfera política. En EE UU, por ejemplo, los fondos para las escuelas públicas vienen de las ciudades y municipios donde se ubican, de las tasas que la gente paga por sus propiedades y cuando el valor de la propiedades caen, hay menos dinero para los colegios. Las escuelas privadas tienen más estabilidad, en este sentido. Me gusta la idea de que las escuelas privadas realmente hagan buenos cambios y lleguen a convertirse en un modelo que ayude a las escuelas públicas.

Ha estado en escuelas de todo el mundo. ¿Hay muchas diferencias entre los sistemas educativos?

Bueno, hay diferencias pero no son tan grandes como se podría pensar. Si vas a Singapur, por ejemplo, enseñan ciencias, matemáticas, puede que enseñen matemáticas de un modo ligeramente diferente, pero las asignaturas allí son las mismas. Sí que hay algunos países muy religiosos y hay un gran énfasis en la educación religiosa; en otros países, como en Estados Unidos, es ilegal enseñar religión, así que hay este tipo de diferencias pero básicamente hay un currículum muy estandarizado en la mayoría de los colegios del mundo. Y básicamente, el estilo de educación de los profesores es más o menos el mismo.

¿Cuáles son las fortalezas y debilidades del sistema educativo español?

Bueno, tengo algunos vicios por mis antecedentes como profesor de filosofía en la universidad. En las escuelas españolas, los alumnos aprenden filosofía, leen a Platón y leen a los filósofos, no encontrarás esto en las escuelas estadounidenses y quiero alabarlo porque estas lecturas estimulan a pensar en algunos de los grandes problemas del mundo. Esto es algo bueno y espero que se mantenga en la educación española. Pero he encontrado, no sólo en España, que la mayoría de los profesores han sido formados en escuelas de profesores que enseñan a ser profesores tradicionales, y lo enseñan de una forma muy tradicional. Este tipo de pensamiento está cambiando, creo que la gente está reconociendo que necesita cambiarse para estar en el siglo XXI.