La torre vigía Bombarda, declarada Bien de Interés Cultural de l'Alfàs del Pi y ubicada en suelo protegido catalogado como tal desde 1987, junto al faro de Sierra Helada, ya está siendo restaurada. En un mes podrá ser apreciada por las cerca de 300 personas que cada día visitan el centro de interpretación abierto en el rehabilitado faro, y que hasta ahora la confundían con un montículo de piedras al borde del acantilado. Y es que por primera vez tras casi dos décadas desde que se catalogó como BIC dentro del parque natural, el Ayuntamiento alfasino ha destinado presupuesto para ponerlo en valor, para destaparlo a los ojos de los visitantes, limpiando la vegetación y la tierra que hay sobre la torre y arreglando su mampostería.

El presupuesto destinado para esta actuación de urgencia, que no pretende restaurar de forma integral la vieja torre defensiva del siglo XVI, sino rehabilitar lo que queda de ella, es de 5.000 euros. Una cifra lejana a los más de 210.000 euros que han tenido otras actuaciones en torres de la costa alicantina, como la renacentista de l'Aguiló de La Vila, pero que al menos frenará la erosión y desgaste que viene sufriendo cada año.

El proyecto incluye realizar una recreación virtual de cómo fue originariamente la torre, de manera que los visitantes podrán contemplar lo que queda de ella y visualizar cómo fue en la época en que era usada para avistar las incursiones piratas que llegaban de la costa através de carteles ubicados junto al monumento.

Ayer la concejal de patrimonio, Rocío Guijarro, junto a la arqueóloga municipal, Carolina Frías, y el arquitecto municipal Javier Udaeta, dieron a conocer los trabajos de restauración, catalogados de urgentes, que han iniciado esta semana. Se trata de un proyecto de consolidación de la torre que ha sido redactado por la arqueóloga junto al restaurador Gustavo Olmedo para consolidar este bien patrimonial que a mediados del siglo XIX quedó del todo en el olvido con la construcción, a su lado, del faro del Albir.

Tras años de degradación por la humedad, la sal, la rotura de mampostería por raíces y el desprendimiento de sus rocas, la primera fase de la actuación está consistiendo en limpiar todo el área y la superficie. Después empezarán a reponer el sellado y los puntos desprendidos de la torre, según explicó ayer el arquitecto municipal, quien recalcó que con esta actuación de conservación preventiva se descubrirá a los visitantes el monumento que tienen delante.

Aunque su rehabilitación integral no se llevará a cabo ni se recrecerá la torre, arreglando solo la parte baja, técnicos y concejal coincidieron en la importancia de la actuación por ser una continuidad a la apuesta por el patrimonio cultural del municipio iniciada con la apertura del primer Museo al Aire Libre de la Comunidad Valenciana (las termas del Albir), y hace dos meses, el Centro de Interpretación del Faro de l'Albir, según destacó la edil.