El líder del PP de Benidorm, Manuel Pérez Fenoll, y la portavoz del Grupo Liberal, Gema Amor, se demostraron así mismos que lo que es hablar pueden hablar. Aunque sea durante un escaso intervalo de tiempo. Después de meses de desencuentro, los dos responsables políticos mantuvieron ayer la primera reunión para diseñar un pacto de gobierno con el fin de derrocar, a través de una moción de censura al actual alcalde, el socialista Agustín Navarro, ahora en minoría. El encuentro tuvo lugar en una sala municipal a la una del mediodía y fue muy breve: apenas unos siete minutos. Pero al menos sirvió para abrir otro paréntesis en la larga retahíla de desencuentros mantenidos entre Pérez Fenoll y Amor durante los últimos años y que alcanzó su cénit en mayo, cuando la ahora edil liberal abandonó la presidencia local del PP.

Durante la reunión, no se pusieron sobre la mesa los acuerdos concretos. Fue más bien una primera toma de contacto. Y ya está. Al concluir, Fenoll interpretó que existe una "voluntad real" por ambas partes de negociar para buscar el acuerdo. Ni se habló de un posible reparto de concejalías ni de quien debe ser el alcalde, cargo que el propio Fenoll ha reivindicado para sí. Amor, por su parte, declinó emitir declaraciones, aunque pidió que el contenido de las futuras reuniones -aún no hay fecha para la próxima- no trasciendan a la opinión pública.

Fuentes del grupo liberal insistieron en que esta fuerza política está "predispuesta" al diálogo para dotar al Ayuntamiento de Benidorm de estabilidad política no sólo con el PP, sino también con el PSOE. En este sentido, recordaron que la pasada semana el propio Navarro ofreció a Amor un pacto de gobierno. Ahora bien, a nadie se le escapa que por afinidad ideológica y por el pasado político de la propia Amor, los liberales estarían más cómodos con el PP, a pesar de la mala relación entre su portavoz y Fenoll y de que no ven con buenos ojos que éste esgrima la vara de mando.

De cualquier manera, el grupo liberal sostiene que más allá de una futura distribución de cargos, las negociaciones con el PP se han de basar en acciones concretas de gobierno, sobre todo para luchar frente a la mala situación económica del Consistorio, algo en lo que coincide con el PP. Los liberales también creen que hay tiempo para lograr un buen acuerdo: ambas partes no tienen la presión de las negociaciones de junio, cuando había que pactar a contrarreloj antes de la sesión de investidura del alcalde.

Por su parte, fuentes de la dirección regional del PP confirmaron que Fenoll tiene el apoyo de la cúpula del partido para emprender esas negociaciones, en las que no piensa intervenir. No en balde, el propio líder del PP de Benidorm es secretario de política municipal de la ejecutiva, por lo que se le considera más que capacitado para el envite. Ahora mismo, la dirección de Valencia ve a Fenoll como el hombre fuerte del partido en Benidorm frente a la "incertidumbre" que provoca el representante del otro sector, el senador Agustín Almodóbar, quien por su parte cuenta con apoyos como el del diputado Federico Trillo.

Las mismas fuentes arguyeron que una de las peticiones de Amor sería volver al PP, algo que se contemplaría si ese regreso es como militante. En cambio, causaría un rechazo más frontal que Amor porfiara en un supuesto deseo de recuperar su cargo directivo al frente de la agrupación local.