Faltan apenas dos semanas para que se cumplan cuatro años de las devastadoras inundaciones de la desembocadura del Girona en 2007 y, en puertas de la época de lluvias, el cauce vuelve a aparecer repleto de cañas en la parte alta de Beniarbeig. La Plataforma Ciutadana Riu Girona, constituida a raíz de aquella riada por los afectados, alertó ayer de esta situación que amenaza con dificultar la evacuación de las aguas a través del río en caso de que se produzcan lluvias torrenciales.

Precisamente la presencia de abundante vegetación en el interior del cauce del Girona facilitó, según muchos de los afectados por las inundaciones de 2007, que el río llegara a desbordarse en su tramo final, ocasionando grandes destrozos en Beniarbeig, El Verger, Els Poblets y en la desembocadura en Dénia. En el caso del Verger, la riada se cobró además una víctima mortal.

Por ello, la presencia de cañas en la parte alta del río en Beniarbeig genera ahora preocupación, ya que se acercan las fechas críticas, cuando más riesgo hay de gota fría. Según la Plataforma Ciutadana Riu Girona, la vegetación que ocupa actualmente este tramo "ha colonizado completamente el cauce" y, como consecuencia, "puede obturar, en caso de gran avenida, los puentes de los pueblos de El Verger y Els Poblets".

Hay que recordar que la riada del año 2007 ya tuvo, como imagen más difundida de la tragedia, la del derrumbe del antiguo puente sobre el Girona en Beniarbeig. La preocupación de la plataforma no se ciñe sólo al Girona. De hecho, también denuncia que el mismo peligro se aprecia también en otro río, l'Alberca, ocupado también por abundante vegetación.

De hecho, la semana pasada, ya el Ayuntamiento de Ondara exigió a la Confederación Hidrográfica del Xúquer (CHJ) que retire las cañas tanto del Girona como de l'Alberca. Pese a no ser competencia suya, el consistorio ondarense ha decidido tomar la iniciativa ante el riesgo de inundaciones y, sin esperar a la CHJ, proceder a la limpieza de algunos tramos de los cauces.