Ya lo hizo con el colegio Gasparot en La Vila Joiosa y ahora lo ha hecho con el colegio Vasco Núñez de Balboa en Benidorm. La Conselleria ha vuelto a lanzar un globo sonda a la comunidad educativa de la Marina Baixa, planteando la posibilidad de concertar un centro educativo público, para poder llevar a cabo las obras de reforma de las que está pendiente desde hace años. En este caso, ha sido con el colegio Vasco Núñez de Balboa de Benidorm, cuyo edificio está lleno de grietas producidas por las vibraciones de la vía del tren colindante y además, 36 años después de ser inaugurado, se encuentra bastante deteriorado por el paso del tiempo.

El conseller en persona trasladó al alcalde de Benidorm, Agustín Navarro, esa propuesta de privatización, según informó el concejal de Educación, Rubén Martínez, quien, sin embargo, quiso puntualizar que el colegio "no se va a concertar porque, aunque la Conselleria quisiera, no podría hacerlo sin que el Ayuntamiento le ceda la parcela, y el Ayuntamiento no se la va a ceder", dijo rotundo.

Y no se le va a ceder porque después de comentar la propuesta con el consejo escolar del propio centro educativo y también en el seno del Consejo Escolar Municipal, el rechazo ha sido unánime y absoluto.

La versión oficial de Educación en Valencia es que "no se va a privatizar ningún centro público, ni ese ni ningún otro"; pero la realidad es que, sólo en la comarca de la Marina Baixa, y en cuestión de semanas, precisamente ahora que la Conselleria sigue haciendo números para los presupuestos, ya se ha ofertado la posibilidad de privatizar como solución a las deficiencias de las infraestructuras en dos colegios.

En el caso del Gasparot, el colegio lleva íntegramente ubicado en barracones durante cuatro años. Cuando ya toda la comunidad escolar está cansada de reivindicar que se construya un centro educativo de una vez por todas, el remedio que la Conselleria ofreció como agua de mayo era el de concertar el colegio y así agilizar las obras, sabiendo que a nadie se le escapa que no hay dinero para todos y el que hay se repartirá a cuentagotas.

Sin embargo, Educación no se encontró con una comunidad educativa que se lo fuese a pensar ni un minuto, y padres, madres, profesores y alumnos se echaron a la calle para reclamar un colegio público que tenga paredes definitivas.

El rechazo en Benidorm también ha sido tajante. En Conselleria ya lo saben, pues han recibido las actas del Consejo Escolar Municipal y del centro educativo expresando su más rotunda repulsa a la idea. En ese consejo local, un representante de Educación ya indicó que no se seguiría adelante sin el apoyo de la comunidad educativa, sin embargo, las autoridades locales y autonómicas están pendientes de una reunión para abordar el tema. "Hemos pedido una reunión con el conseller y el director territorial para tratar el tema", explicó Martínez quien quiso destacar: "No queremos hacer ningún revuelo, ni polémica para no generar incertidumbre a los padres". Ni a los profesores, que están francamente preocupados por una situación que podría obligarles a cambiar de destino, con hipotecas y familias a sus espaldas.

Si no hay acuerdo, no se concertará, o eso parece, al menos de momento; pero la cuestión de fondo sigue ahí, porque sigue sin saberse si habrá fondos para estos colegios o para otras infraestructuras porque en La Vila también el colegio Doctor Álvaro Esquerdo está íntegramente en barracones desde hace años y en Benidorm, el IES Pere Maria sigue con las obras a medio hacer. Desde la Conselleria aún no ha detallado qué entra y que no entra en los presupuestos. "Hay 140 millones de euros en general y se repartirán según las prioridades", lo que parece anunciar que el presupuesto no se ha hecho en función de las necesidades, sino que las necesidades tendrán que someterse al presupuesto.

Política de recortes y modificaciones presupuestarias

La Conselleria de Educación "sigue con su política de recortes, bajando el número de aportaciones en materia educativa", criticó ayer el edil del área, Rubén Martínez, quien explicó que, debido a esta reducción en las ayudas a los municipios, "el Ayuntamiento ha tenido que realizar una modificación presupuestaria de 37.300 euros para mantener el precio del bono mensual de las Escuelas Infantiles Municipales". Durante este curso, los padres deberán abonar una cuota mensual de 46,49 euros, la misma que venían pagando el pasado curso, para lo que se ha tenido que sacar dinero de la Concejalía de Educación "y de otras concejalías solidarias", explicó Martínez.

El concejal de Educación anunció además que lunes se celebran elecciones a consejos escolares y animó a padres y madres a participar.