El exalcalde de Benidorm, expresidente de la Generalitat y exministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, reaparecerá este año por todo lo alto en las Fiestas Mayores de Benidorm para jugar un papel de sumo protagonismo en el arranque de los festejos. La Comisión de Fiestas dio a conocer ayer el nombramiento de Zaplana para pronunciar el pregón de 2011, uno de los actos de mayor peso al celebrarse tras la ofrenda de flores en honor a la patrona del 12 de noviembre, y que este año suma un plus especial porque se producirá en plena campaña electoral y a sólo una semana de las elecciones nacionales del 20 de noviembre.

El anuncio del nombramiento de Eduardo Zaplana se produjo ayer, minutos antes de que el gobierno local hiciera balance de sus primeros cien días de gobierno. El presidente de la Comisión puso nombre al pregonero de este año acompañado de la edil de Festejos, Cristina Escoda, y del alcalde de Benidorm, Agustín Navarro y argumentó su elección por "vinculación de Eduardo al cien por cien con Benidorm". Por su parte, Agustín Navarro consideró que la participación de Zaplana en las Fiestas "es un gran honor para la ciudad" y calificó la idea como "todo un acierto". Y aunque ninguno quiso hacer valoraciones en el plano político -"Está ya desvinculado de todo ese mundo", dijeron fuera de micros-, a nadie se le escapa que la presencia del exministro será la guinda que le faltaba a unas Fiestas Mayores de Benidorm que este año, más que nunca, vivirán su vertiente política a todo gas.

El propio alcalde reconoció ayer haber participado en la elección de Zaplana como pregonero. "Desde la Comisión pensaron en él y me pidieron hacer la gestión, porque un alcalde siempre tiene más acceso a determinadas personas. Yo le llamé y él, después de pensárselo, ya nos ha confirmado que acepta", a lo que apostilló que el expresidente de la Generalitat le "merece el máximo respeto y consideración". Y es que, por extraño que parezca, posiblemente los socialistas locales no podrían haber encontrado a un personaje mejor para golpear en la línea de flotación de su histórico rival una semana antes de la cita con las urnas.

No es uno de los suyos y eso lo sabe bien Agustín Navarro. Pero el apoyo del exministro y su núcleo duro a Gema Amor durante el proceso de ruptura con el PP local el pasado mes de abril, hace que Eduardo Zaplana tampoco sea considerado por muchos de los actuales dirigentes populares como un miembro de su bando. Más bien, todo lo contrario. Y esa sería la baza que los socialistas han jugado mejor que nadie a la hora de apostar por el exalcalde como pregonero de las Fiestas.

Lejos de ser simple, la puja tiene varias lecturas. Primera. Zaplana y Navarro comparten un pedazo de historia. Aunque militando en partidos distintos, son los dos únicos alcaldes de la ciudad que han accedido al cargo por medio de una moción de censura: la primera, en 1991, que supuso el despegue político del que después lo fue "casi todo"; la segunda, en el año 2009, cuando el ahora primer edil desalojó de la Alcaldía al antiguo amigo de Eduardo Zaplana, Manuel Pérez Fenoll, cuando éste ya había abrazado el campismo. Golpe a su rival directo.

Segunda. Gema Amor es una de las más fieles aliadas a Zaplana que, acorralado el ripollismo en toda la provincia, sigue jugando todavía un papel activo en política. Además, en Benidorm, los tres votos del CDL en el pleno son determinantes para que el gobierno de Agustín Navarro, en minoría, pueda sacar adelante puntos controvertidos sin pactar con el PP pero, sobre todo, son claves para que el propio Navarro pueda mantenerse en el cargo sin sufrir en sus carnes una nueva moción de censura. Por tanto, una "gracia" del alcalde a Eduardo Zaplana lo es también hacia su discípula. O, lo que es lo mismo, en política los favores -casi- siempre se pagan.

Tercera. El gobierno de Benidorm respalda como pregonero a un destacado militante del PP y no pone a nadie de su cuerda, a pesar de que nombres -y ganas- podría haber muchos. De esta manera, los socialistas huyen de aquello que tanto criticaron durante su etapa en la oposición: la politización de la fiesta por parte del PP para granjearse votos. Pero, a su vez, aplauden la designación de Eduardo Zaplana en una maniobra para devolver a los populares los dos goles encajados por los socialistas, en lo que a pregoneros de Fiestas se refiere, durante sus dos primeros años al frente de la Alcaldía de Benidorm: Mari Carmen Zaragoza, mujer de Pérez Fenoll, dos meses después de la moción de censura de 2009; y Bárbara Pérez, madre del portavoz popular Antonio Pérez, en las Fiestas de 2010.

¿Quién dijo que la fiesta y la política no tienen nada que ver?