Ya se hizo con el agua y ahora se quiere hacer con los transportes. Concejales y técnicos de las áreas de Urbanismo, Movilidad y Medio Ambiente de varios municipios de la Marina Baixa, se reunieron ayer para iniciar el proceso de creación de un consorcio o consejo comarcal de movilidad, que gestione y potencie el transporte público en las localidades de la comarca, estableciendo un sistema unificado de tarifas y de itinerarios. Entre las ventajas para el usuario, estaría la

El proyecto, todavía embrionario, contemplaría, además de la colaboración entre las admnistraciones locales, un acuerdo con Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana para potenciar la implantación de una línea de tren de corto recorrido que mejorase las comunicaciones entre las poblaciones de la comarca, que podría aprovechar la infraestructura del TRAM, pero que incrementaría la frecuencia horaria. "Algo que se podría hacer mediante una concesión y que tenemos que tratar con la Conselleria", según explicó Vicente Soler, concejal de Urbanismo de l'Alfàs del Pi, que fue sede de este primer encuentro técnico. "Es el momento de desarrollar las ideas y de que los proyectos estén hechos para cuando llegue la oportunidad de llevarlos a cabo", explicó Soler, quien puntualizó que la de ayer fue una primera toma de contacto pero con un cariz ya serio pues se quiso hacer "una reunión técnica entre profesionales y no sólo de voluntades políticas".

Por eso, además de la participación de los técnicos municipales, se encargó la redacción de un informe a una consultora. En éste, se traza una apuesta clara: crear un "consorcio de movilidad y transporte metropolitano" que se encargue de "elaborar los planes de transporte", coordinando líneas urbanas e interurbanas, "promover el transporte público", creando una cadena de transporte tren, bus, bici, taxi, que permita evitar el vehículo privado, tanto en las poblaciones de la costa como mejorando las conexiones entre la costa y el interior. Asísmismo, los consultores asignan al futuro organismo la tarea de "ordenar, gestionar y coordinar los servicios, establecer las tarifas, promover un sistema unificado de transportes y regular las cantidades a satisfacer a los operadores", es decir, controlar los ingresos y distribuirlos entre las empresas dependientes del consorcio según los datos de uso y las compensaciones que sean necesarias en función de los sistemas de tarifas y trayectos que se establezcan.

El plan, contempla también la creación de una red de carriles bici a lo largo de todos los municipios y la implantación de una red de suministro de bicicletas públicas de alquiler que integre todas las poblaciones, al menos de la franja costera.

El proyecto, ambicioso pero "factible", señaló Soler, de cara al usuario no puede sonar mejor. Las claves son precisamente: control de las tarifas, mejora del sistema de información y publicidad de los transportes y coordinación entre los diferentes medios de transporte y los distintos pueblos, los tres pilares de los que ahora más se quejan los usuarios del transporte público en la comarca.

Para los Ayuntamientos, la ventaja está en el ahorro de medios y de costes que conlleva mancomunar los servicios, a la par que poder ofrecer un sistema de transportes mucho más coordinado y satisfactorio. Otra de las bazas con que cuentan está en las subvenciones que un proyecto de movilidad sostenible de estas características podría conseguir de la Generalitat, el Estado y la UE.

Para las empresas, rentabilidad dentro de un sistema de transporte promocionado e impulsado por los poderes públicos. El informe de la consultora recala, por supuesto, en esto, incidiendo en los crecientes efectivos demográficos, el gran porcentaje de población extranjera, residente o turista, o el elevado uso del coche o la moto de forma individual, algo que cada vez causa más problemas de aparcamiento en ciudades como Benidorm.

El proyecto es más que atractivo pero de momento, los Ayuntamientos sólo se han "llevado el dossier para evaluarlo", indicaron desde el Consistorio de Benidorm donde, eso sí, valoran la iniciativa "muy positivamente". A la espera de que un proyecto así sea una realidad, el TRAM sigue desatando quejas entre los usuarios de Altea, la información en algunos servicios de autobús hay que rebuscarla y el transporte interurbano en una comarca expansiva de urbanizaciones no es suficiente para evitar el uso masivo del coche.