El rechazo anticipado de los dos grupos de la oposición a la tasa anual de entre 15 y 20 euros que quería aplicar el gobierno de Benidorm a todos los propietarios de perros, ha forzado al ejecutivo a plantear una modificación sobre sus planes iniciales. La ciudad ya no será el primer municipio de la provincia que cobra por tener un can como mascota, como pretendía el gobierno, porque la situación en minoría en la que se encuentra les impediría que su propuesta fructificara en el pleno. Pero la voluntad de cambiar las cosas en lo referente a los canes sigue ahí. Por ello, el alcalde Agustín Navarro avanzó ayer que su grupo realizará una modificación sobre la propuesta inicial, en la que se sustituirá el pago de una tasa cada año por el de una cuota única por inscribir al perro en el registro municipal, un trámite que pretenden mantener como obligatorio.

El primer edil indicó que en la provincia de Alicante "ya hay muchos municipios que sí disponen de esta tasa, con un precio de entre 9 y 20 euros, así que consideramos que aquí también se debe aplicar". El primer edil insistió en que el dinero recaudado se destinará a crear zonas de esparcimiento caninas en tres puntos de Benidorm, "donde los perros puedan correr sueltos y hacer sus necesidades".

Empresarios sin subvención

Por otro lado, el alcalde también anunció ayer que a partir de la próxima semana mantendrá una ronda de reuniones con presidentes de distintas asociaciones empresariales para plantearles la posibilidad de reducirles o suprimirles las subvenciones de cara a 2012.