Benidorm podría dejar de ser en poco tiempo una ciudad "rara" comercialmente hablando. Dejaría de serlo por una cuestión tan normal en cualquier otra localidad de la comarca, la provincia o el país, como contar con un gran centro comercial para poder realizar distintas compras. Al menos así lo calificó ayer el alcalde del municipio, Agustín Navarro, quien destacó que, a fecha de hoy, "somos la única ciudad de España con más de 50.000 habitantes que todavía no tiene su propio centro comercial".

La confirmación por parte del Ministerio de Fomento a la inclusión de una nueva rotonda en las obras de la variante de la N-332, será el primer empujón a que dicho centro comercial se pueda por fin construir, debido a que el mismo está incluido en el diseño del polígono industrial y, además, concertado con una marca internacional de este sector. Pero lleva más de un lustro pendiente de ejecución. Como ya publicó días atrás este diario, la falta de buenos accesos al polígono industrial por la zona norte, donde se prevé la nueva rotonda, era una de las trabas con las que el Consistorio ha tenido que lidiar históricamente para lograr que el polígono industrial arrancara definitivamente.

Los planes del Ayuntamiento pasan ahora por que, en "muy poco tiempo", esa situación cambie. De hecho, el primer edil ya avanzó ayer su postura favorable a la construcción del centro comercial proyectado en la zona industrial. Navarro calificó como "muy positiva" la confirmación por parte del Ministerio de Fomento a la inclusión de una nueva rotonda en las obras de desdoblamiento de la variante de la Nacional 332, que se están ejecutando en la actualidad. Y, además, modificó el discurso con respecto al mantenido históricamente por otros alcaldes de la ciudad, que durante décadas se negaron a autorizar dichas instalaciones por la presión del comercio local.

"Las obras de la variante permitirán un acceso directo al polígono industrial y la construcción del centro comercial en Benidorm supondría la creación de 1.200 puestos de trabajo directos", explicó el primer edil quien auguró que, si dicho centro no se construye en la ciudad, "se hará en otro municipio de la comarca, como ha ocurrido con el de Finestrat, y los perjuicios para el comercio local serían los mismos, porque los clientes seguirían siendo de Benidorm, pero además la ciudad no se beneficiaría de los impuestos que supone la ubicación de un gran centro comercial en Benidorm ni de los puestos de trabajo que genere", agregó.

El primer edil aclaró, no obstante, que el centro comercial, en el que se ofertarían primeras marcas en todos los sectores, "no estará ubicado en el extrarradio de la ciudad, sino que estará integrado en el núcleo urbano, en la nueva zona industrial, a la que se podrá ir caminando desde la avenida Beniardá", agregó.