"Si yo no he provocado esta crisis, ¿ por qué soy la que no cobro". Esta reflexión, reiterada hasta la saciedad durante los últimos tiempos en toda España, cobró ayer fuerza en la plaza del Ayuntamiento de Benidorm: la plasmaba una de las numerosas pancartas con las que los trabajadores de ASER Servicios Sociales, la concesionaria municipal dedicada a una cuestión tan sensible como la ayuda domiciliaria, se manifestaron para reclamar el pago de sus salarios. No han cobrado la nómina de septiembre, entre 70.000 y 80.000 euros en total. "Y no existe ninguna previsión de que vaya a percibirse la de octubre", señaló Maria Victoria Gómez, de la Federación de Sanidad de Comisiones Obreras.

Las cincuenta asistentes sociales que forman la plantilla de ASER están dispuestas a seguir trabajando, conscientes de la trascendencia del servicio social que prestan, y que además de la ayuda a personas mayores también incluye la gestión del Tapis, que forma a usuarios discapacitados. Pero si continúan sin cobrar, les acecha un auténtico drama social: "Hoy aún comemos, mañana ya veremos" o "Pagarnos ya, que la hipoteca y los libros de texto nosotros hemos de pagar" eran otras de las consignas que también corearon, megáfono en mano, durante su movilización. ¿Y quién es el culpable de que no cobren La empresa se lava las manos. ASER le ha dicho a sus trabajadores que si no cobran es porque el Ayuntamiento a su vez no paga a la mercantil. CC OO señaló ayer que, según información recabada de la propia concesionaria, el Consistorio adeuda a ésta entre 400.000 y 500.000 euros. De ahí que los trabajadores decidieran pedirle cuentas al Ayuntamiento protestando ante su puerta principal. Es la primera vez que la plantilla de una de las concesionarias municipales de Benidorm -a las que el Consistorio adeuda en general cantidades millonarias- lleva a la calle de forma tan explícita su malestar.

En cambio, no es la primera ocasión en la que una mercantil se escuda en la deuda municipal ya no sólo para no pagar a sus empleados sino para alentar a estos en contra el ejecutivo municipal. Por este motivo, los manifestantes también volcaron sus críticas contra ASER, a la que reclamaron que haga algo más de lo que está haciendo para paliar la situación. De hecho, el gobierno municipal, del PSOE, responsabilizó a la propia mercantil de que sus trabajadores no cobren. Así, la edil de Hacienda, Natalia Guijarro, aseguró que ASER ya ha cobrado todas las facturas pendientes, incluida la del mes de agosto, a través de endosados autorizados por el Ayuntamiento a una entidad bancaria, que ha utilizado la garantía de la deuda del Consistorio para adelantar el pago a la empresa. Así pues, según Guijarro, "ASER tiene liquidez para pagar a su plantilla; otra cosa es que no quiera". El Ayuntamiento sí debe dinero, pero no a la concesionaria sino al banco: en concreto 194.000 euros. "No queremos que la empresa siga engañando a los trabajadores", dijo por su parte la edil de Bienestar Social, Cristina Escoda, quien durante la protesta se reunió con algunos de los afectados.

Ahora bien, esta explicación no aclara el futuro de las empleadas, muchas de las cuales están contratadas a tiempo parcial y apenas perciben salarios mensuales de 800 euros: para liquidar la facturación de septiembre, el Ayuntamiento no podrá seguir utilizando el sistema de los endosados, debido a que sobre ASER pesa desde el día 1 de ese mes un embargo por deudas con la Seguridad Social de 8,3 millones de euros. La notificación fue recibida el 14 de septiembre, por lo que el Consistorio ya no podrá abonar los servicios facturados a partir de esa fecha a la empresa; deberá hacerlo a la Tesorería General de la Seguridad Social.

Guijarro incidió en que lo único que puede hacer su administración es liquidar los endosos aún pendientes con la entidad financiera para que la concesionaria pueda solicitar a esta última una póliza de crédito. La entidad en cuestión, por cierto, es la CAM, cuya difícil situación es conocida. De ahí que el empeño no sea sencillo. Pero de cualquier modo, Guijarro aseguró que la pasada semana ya se pagaron a la caja de ahorros 100.000 euros y esta semana se liquidarán otros 50.000.

El coste del servicio asciende a un total de 664.000 euros entre la ayuda domiciliaria (620.000) y el Tapis (64.000). ¿Cuál será su futuro Ambas concesiones están prorrogadas en favor de ASER a la espera de que se produzca una nueva adjudicación. Y esta cuestión también es incierta. La mesa de contratación de este nuevo concurso otorgó el 25 de julio la máxima puntuación a una filial de ASER, que ha ofrecido como méritos la experiencia lograda en el servicio durante estos últimos años pero también su viabilidad económica como empresa nueva. Ahora, con la noticia del embargo, ambas condiciones son contradictorias: si la nueva empresa hereda la experiencia de ASER también debería heredar sus penurias económicas. Por este motivo, los técnicos municipales estudian repetir desde sus inicios la tramitación del concurso.

¿Un gigante con

los pies de barro

La impresionante cuantía de la deuda que ASER mantiene con la Seguridad Social, 8, 3 millones de euros, demostraría que los problemas de la mercantil exceden las fronteras de Benidorm. La concesionaria de los servicios sociales tiene presencia, según publicita en su propia página web, en las 17 comunidades autónomas españolas; cuenta con 6.000 plazas residenciales que espera ampliar con otras 1.800; y asegura que no recibe subvenciones: vive de los concursos con administraciones públicas. No obstante, según datos del Registro Mercantil de septiembre de este año, tiene pendientes 16 reclamaciones de pago con la Seguridad Social y acumula también impagos con las cajas de ahorro. Estos problemas, según el registro, comenzaron en mayo de 2011. Siempre según datos del Registro, en 2007 tenía unas ventas de 38,8 millones y un patrimonio de 1,7 millones. En 2003, daba empleo a 845 personas.