Después de cuatro años dando clases en barracones, ahora temen que sus hijos se queden sin el colegio público que el Ayuntamiento y la Conselleria de Educación les prometieron. La Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) del colegio público Gasparot de La Vila se ha rebelado contra la construcción de un centro concertado en los terrenos del plan parcial 23, Gasparot 2, que el Consistorio cedió a la Conselleria en septiembre del año 2009 para la construcción del nuevo colegio Gasparot. Así lo denunciaron ayer varios representantes del AMPA, después de que en la última reunión del Consejo Escolar Municipal, el edil de Educación, Francisco Pérez Melero, anunciara la posibilidad de ceder dichos terrenos para construir un centro de pago a cambio de obtener diversas mejoras en otros centros educativos del municipio, según confirmó el presidente de la asociación de padres, Ginés Lloret.

Los afectados consideran que esta maniobra supondría la privatización del colegio público Gasparot. Y, para luchar contra ella, han convocado para esta tarde una asamblea informativa en el centro para trasladar a todos los padres la situación. Además, han solicitado permiso a la Subdelegación del Gobierno para celebrar el próximo viernes una manifestación por las calles de La Vila, con el fin de mostrar públicamente la protesta de la comunidad educativa contra la construcción de un centro concertado; han creado un grupo en la red social Facebook, que en tan solo tres días ha reunido a más de 620 miembros; y han iniciado una campaña de recogida de firmas contra esta medida. "Hay que hacerlo todo muy rápido, porque si no nos movemos, retirarán de los presupuestos de la Generalitat para 2012 los fondos que nos prometieron antes de las elecciones para construir el colegio antes del año que viene", señalaron desde el AMPA.

Casi un lustro en precario

El colegio público Gasparot se creó en el curso 2007, en un solar en el que se habilitaron aulas prefabricadas de manera "provisional", a la espera de que Ayuntamiento y Conselleria salvasen todos los trámites para ceder los terrenos y construir un nuevo colegio donde reubicar a todos los alumnos, cerca de 300 en la actualidad, según el AMPA. Desde entonces, los anuncios sobre el inminente inicio de las obras no han parado de repetirse una vez tras otra, incluso hasta las pasadas elecciones municipales. Cinco días después de los comicios del 22-M, el alcalde de La Vila, Jaime Lloret, junto a varios miembros de la corporación municipal y Armando Flórez, el arquitecto de la Generalitat Valenciana encargado de elaborar el proyecto del colegio público Gasparot, visitaron los terrenos del PP-23 y anunciaron que, en menos de un año, el nuevo centro estaría finalizado. Ese mismo día, el primer edil anunció: "El proyecto del nuevo centro educativo ya está en marcha y el proyecto básico estará listo en un plazo de menos de 4 meses. A partir de ese momento, la Consellería de Educación licitará las obras".

Desde el AMPA del Gasparot alertaron ayer de que la construcción de un centro concertado traería graves consecuencias para la comunidad educativa de su escuela. Por un lado, indicaron que con el nuevo colegio desaparecería el actual, con el consiguiente perjuicio que esto generaría para la educación pública en La Vila y para el colectivo de profesores de este centro, que desde hace cuatro años "ha desarrollado un proyecto educativo que ahora se iría al traste". Por otro, manifestaron que gran parte del alumnado del Gasparot procede de familias con escasos recursos económicos, que no podrían hacer frente al pago de una matrícula concertada para sus hijos y, por tanto, se verían obligados a desviar a gran parte de los escolares a otros centros públicos de la localidad. En suma, lamentaron que además de los recortes planteados por la Conselleria de Educación, la única solución que se aporte para este centro sea "sacrificar un colegio público en favor de uno concertado", a lo que sumaron sus dudas sobre la legalidad de echar atrás un acuerdo plenario "que salió adelante con todas las de la ley".