Los trabajadores del servicio de limpieza de los centros de salud de las comarcas de la Marina Baixa y la Marina Alta han decidido unirse y coordinarse para emprender acciones de protesta contra el impago de sus salarios. Todavía no han cobrado la nómina de agosto y llevan meses soportando retrasos en el abono de sus sueldos, según han informado las afectadas, que consideran la situación insostenible para sus economías domésticas además de "muy injusta".

"La empresa tiene que cumplir pagando, igual que nosotras cumplimos con nuestro horario y con nuestras obligaciones", destacaron las manifestantes del Centro de Especialidades de Foietes de Benidorm que, el pasado miércoles colgaban una gran sábana rotulada exigiendo el cobro de su nómina. Otros centros de salud de la ciudad hacían lo mismo, el de Foietes, el del Rincón de Loix, el de Tomás Ortuño, así como en otros municipios; todos se han unido, según informaron las propias manifestantes, "para que se nos escuche, porque somos sólo cinco, seis o siete personas en cada centro y si no nos unimos no nos hacen caso".

De hecho, en total, hay unos ochenta empleados del servicio de limpieza afectados en las dos comarcas. Un servicio que la Conselleria de Sanidad tiene subcontratado a una empresa privada, Kluh Linaer S. L., donde les dicen que es la Conselleria la que se retrasa en los pagos, según explicaron los propios trabajadores. Sean unos u otros, lo cierto es que los trabajadores cumplen y la empresa y la administración no parecen hacerlo.

El retraso de este mes afecta tanto a los empleados de limpieza de los centros de salud y consultorios de las dos comarcas como a los del turno de fin de semana de los hospitales de La Vila Joiosa y la Pedrera, en Dénia. Los únicos que han percibido su salario de agosto son los del turno diario de estos dos centros hospitalarios. Pero los retrasos se vienen produciendo desde el mes de marzo y cada vez se acrecentan más los días de demora, según informaron.

Las situaciones para algunas de las trabajadoras son dramáticas. Un caso puede servir de ejemplo: una de las empleadas tiene a tres hijos viviendo en su domicilio, uno de ellos con hijos a su vez, y su salario es el único que entra en casa porque el resto de miembros de la familia está en paro. "Mi nieta necesita ahora libros para el cole y no se los podemos comprar hasta que no cobre", indicó, y criticó que se deje a los trabajadores "colgados" porque ni siquiera pueden denunciar hasta que no pasen dos meses sin cobrar ni un duro. Están "hartos" de convertirse en morosos por la morosidad de otros y de tener que pagar recargos e intereses en sus recibos.

Desde la Conselleria de Sanidad señalaron ayer que "sí se ha pagado la factura" y explicaron que "es una factura única en la que se incluye el pago de la gente de hospital y de los centros de salud, por tanto, si la gente de hospital ha cobrado, debería haber cobrado también la de los centros de salud".

Los afectados no entienden cómo se ha adjudicado el servicio "a una empresa conflictiva que ya estaba dando problemas de este tipo en otras zonas, como Madrid, donde también se retrasaba en los pagos" y recuerdan que la anterior concesionaria "se marchó dejándonos a deber tres meses", por lo que temen que pueda suceder lo mismo y piden a la Generalitat que tome medidas.

Este diario trató ayer de contrastar la información con la empresa sin obtener respuesta.

"Utilizan al personal como medida de presión"

Los responsables del sindicato Comisiones Obreras criticaron ayer que la empresa "utilice a los trabajadores para presionar a la administración" y destacaron que "no se puede usar a los trabajadores como arma arrojadiza". El portavoz de CC OO, Salvador Roig, lamentó que "las empresas, conociendo la debilidad de la Conselleria y sus problemas de morosidad suelen utilizar al trabajador, que es quien acaba pagando los platos rotos", lo que, en su opinión, "no se puede consentir". Para Roig, "la Conselleria es la responsable final del servicio y tiene que cumplir con sus obligaciones" y señaló que "se está agotando la paciencia de los trabajadores ante la posibilidad de que continúen los retrasos en los pagos" pues "ellos trabajan y tienen que cobrar a tiempo". Desde el sindicato insistieron en que "no se pueden retrasar los pagos a los trabajadores como medida de presión" y exigen a empresa y administración que "cumplan con sus obligaciones".