Una batalla ganada. El Ayuntamiento de Benidorm ha conseguido el visto bueno del Gobierno central para modificar el proyecto de la duplicación de la variante de la carretera Nacional 332 a su paso por la ciudad y, de esta forma, incluir una rotonda en su remate norte, a la altura del Cementerio nuevo de Benidorm. Así lo afirmó ayer la secretaria general de Infraestructuras del Ministerio de Fomento, Inmaculada Rodríguez-Piñero, quien durante una visita a las obras confirmó que esta rotonda, vital para mejorar los accesos al futuro polígono industrial, se realizará, pero "siguiendo todos los trámites pertinentes". El primero de ellos se producirá en "próximos días", cuando está previsto que los técnicos del Ministerio se desplacen hasta Benidorm para empezar a proyectar los posibles enlaces de esta gran glorieta con el área industrial, la zona de Levante y la continuación de la carretera hacia l'Alfàs y Altea.

El gobierno municipal había anunciado en reiteradas ocasiones el visto bueno del Ejecutivo central a esta infraestructura. Pero seguía sin obtener de forma pública el "ok" de Madrid. Y, por fin ayer, el alcalde Agustín Navarro pudo ver cumplido su deseo con la confirmación de Rodríguez-Piñero de que la obra se llevará a cabo.

El principal valor de esta rotonda, además de crear un nuevo acceso que permita desbloquear el desarrollo del polígono industrial y hacia la zona de Levante, tiene otra visión de futuro más a largo plazo. En primer lugar, porque dejará previstos los enlaces con la futura -y por ahora más que aparcada- variante de Altea. En segundo término, porque se perfila como la única solución para evitar que, una vez sobrepasado el término municipal de Benidorm, la N-332 se convierta en un cuello de botella al pasar de cuatro carriles -dos en cada sentido- a los dos actuales y la vía no pueda absorber todo el volumen de tráfico.

De hecho, según los datos aportados ayer por el Ministerio de Fomento, más de 22.000 vehículos transitan diariamente por la N-332, con puntas de hasta 42.000 coches en temporada estival u otras épocas del año, lo que hacía ya "completamente necesaria" la duplicación de la actual variante, pero "sigue dejando en el aire el futuro de otras vías para darle continuidad", como es el caso de la variante de Altea, según recordaron ayer desde el PP de Benidorm.

La responsable de Infraestructuras manifestó que el primer paso para incluir la nueva rotonda en el proyecto es trasladarlo a la inspección técnica y, una vez se tenga el visto bueno, "proceder a contratar la modificación de obra correspondiente". En cualquier caso, y aunque no dio plazos, sí destacó que la tramitación se realizará de tal forma que "no paralice el resto de las obras" de duplicación y ampliación de la variante.

La visita de la secretaria general de Infraestructuras se produjo durante la tarde de ayer y reunió a numerosos políticos y empresarios de la provincia. La presencia más destacada fue la de la ministra de Sanidad Leire Pajín, a la que también acompañaron la subdelegada del Gobierno, Encarna Llinares; el alcalde Agustín Navarro; numerosos ediles de Benidorm y otros pueblos de la provincia, así como los presidentes de la Coepa, Rafael Martínez Berna, o de Hosbec, Antonio Mayor.

Durante la visita, que incluyó un recorrido en autobús para supervisar las obras que ahora se están ejecutando, tanto Rodríguez-Piñeiro como Pajín destacaron el "esfuerzo" realizado por el Gobierno y el Ministerio de Fomento para invertir en la duplicación de esta variante y otras obras importantes para la provincia, "pese a los actuales momentos de crisis".

Una muy larga espera

La duplicación de la variante de la N-332 a su paso por Benidorm es una reivindicación histórica en una ciudad eminentemente turística y que ha crecido con la urgencia de dar solución a unas comunicaciones que, desde hace décadas, se quedaron pequeñas. Tras varios proyectos para ampliar la capacidad de la vía a lo largo del término municipal de Benidorm, finalmente las obras se iniciaron a mediados de 2009 con un presupuesto global superior a los 25 millones de euros. El proyecto inicial consistía en la duplicación del número de carriles a lo largo de 6,2 kilómetros entre el enlace sur de Benidorm -a la altura de Finestrat- y el enlace con el acceso de Levante de la autopista AP-7, pero dejaba en el aire la solución ahora planteada con la nueva rotonda para dar una continuidad más o menos viable al estrechamiento de la vía pasado el Cementerio nuevo.

La obra fue adjudicada con un plazo de ejecución de 52 meses y desde su inicio ha sufrido algunas paralizaciones, ahora al parecer solventadas. No en vano, desde el Ministerio de Fomento indicaron ayer que sus técnicos no calculan que esté completamente finalizada hasta un plazo aproximado de dos años.