Hace 21 años los miembros que conformaban la Comisión de Fiestas Mayores Patronales de Benidorm realizaron una actividad recaudatoria de un día que implicó a comercios y viandantes. Era la primera "Maratón de los 20 duros", en el que reinas, damas, damitas y mayorales animaban en la calle a los peatones a donar una moneda de cien pesetas que colocaban en fila de a una en el suelo. El objetivo, desde ese año en adelante, fue hacer más larga la fila. La iniciativa tuvo tal éxito que se mantuvo con la llegada del euro. El primer gran récord se batió el 22 de septiembre de 2001, consiguiendo más de "un millón de pesetas". Dos años después también se logró 6.000 euros. La cifra, sin embargo, no desmerece en nada a la lograda ayer por la Comisión de Fiestas que preside Miguel Riquelme pese a ser considerablemente mayor. Unos 2.750 euros fueron los recaudados pese a la crisis. Quienes más se volcaron fueron los comercios, a quienes además se pidieron sus respectivas tarjetas para colocarlas, pegadas en el suelo, junto a las monedas donadas para contribuir a sufragar las fiestas patronales de Benidorm dentro de dos meses.

La Comisión de Fiestas, con las reinas y damas, empezaron la jornada sobre las diez de la mañana en su emplazamiento tradicional, el Paseo de la Carretera, en vez de organizarlo en la calle Valencia como el año pasado. Desde la plaza de la Creu, conocida popularmente como la Palmera, la Comisión empezó a colocar en el suelo las monedas de un euro que turistas, residentes y comerciantes fueron depositando en las cestillas de las reinas y damas durante la "arreplegà" continua que realizaron a lo largo de la mañana y la tarde.

A las doce del mediodía las expectativas eran esperanzadoras. Se había logrado hacer 25 metros en monedas, y teniendo en cuenta que en cada uno cabían 52 monedas, al poco ya contaban con 1.200 euros. A la hora de comer, sin embargo, la animación decayó, no retomándose fuerte hasta la tarde, a cuyo término, pasadas las 19 horas, habían logrado alcanzar los 53 metros de longitud.

Pero la jornada no dejó sólo dinero para los festejos de noviembre, sino anécdotas, sobre todo para las damas, a quienes los turistas confundían con falleras. Entre los llegados de otras provincias también los hubo que se quedaron con la idea "para hacerla en las fiestas de sus pueblos", como comentó el presidente de la Comisión.

En todo caso, los visitantes no fueron quienes más aportaron, sino "las tiendas de gente del pueblo", según dijo Davinia, una de las damas. Marina, su compañera, apuntó que "poner sus tarjetas junto a las monedas ha motivado más". Por ello, es probable que los próximos mayorales incorporen la idea, como en la década de los 90 se escribía en una cinta el nombre de quienes habían aportado la moneda.

El próximo 9 de octubre será el último acto de la Comisión 2011, con el montaje del "porrat". En él se venderán productos de la tierra y tejitas azules de todos los tamaños como las de la capilla de San Jaime y Santa Ana de Benidorm.