Es indudable que la temporada turística ha sido buena. Y que en el peor año de la crisis económica el sector, en especial los hoteles, han mejorado resultados hasta cerrar agosto con un 93% de ocupación, casi dos puntos más que el año anterior. Ahora bien, hay datos que ensombrecen ese balance de resultados y que abren una puerta a la incertidumbre: Benidorm salvó agosto gracias a la primera quincena del mes y no a la segunda, donde en realidad la ocupación descendió un 1,8% con respecto al mismo periodo de 2010, arrastrada por el bajón en el mercado nacional, que perdió un 8% de las pernoctaciones.

La estadística ilustra una tendencia ya conocida: la crisis continúa paralizando el consumo nacional interno y hace del español un mercado poco fiable. Pero existen dos lecturas más nuevas y más preocupantes: en primer lugar, llama la atención lo acusado del retroceso, esa caída del 8% que ha sido capaz de provocar que por primera vez los resultados de la ocupación en Benidorm desciendan durante toda una quincena después de varios meses de continuas mejoras. Y, en segundo lugar, que la caída se haya producido justo en una vorágine de malas previsiones a medio y largo plazo sobre la economía española, de turbulencias financieras en los mercados y en el comienzo de una precampaña electoral en la que PP y PSOE anuncian nuevos recortes en el gasto público. El flujo turístico español continúa pues sin recuperar la confianza.

Así que la pregunta es obligada: ¿el desplome del mercado nacional obedece sólo a una situación coyuntural o el sector turístico tiene verdaderos motivos para preocuparse? "Nosotros quisiéramos que se tratara sólo de algo coyuntural, pero la verdad es que el panorama económico español para los dos o tres próximos años es inquietante" señaló el presidente de la patronal hotelera valenciana Hosbec, Antonio Mayor, quien lamentó que las continuas llamadas a apretarse el cinturón "están machacando la confianza del consumidor español hasta el punto de que incluso clientes con alto poder adquisitivo prefieren no gastar por si acaso". "Es evidente -continuó Mayor- que este año muchos turistas españoles han decidido no viajar, realizar trayectos cercanos a sus lugares de residencia o recortar vacaciones en destinos como la Costa Blanca".

Hosbec admite que si la temporada se puede dar por buena ha sido, en Benidorm, gracias al cliente británico, el otro gran pilar del turismo en la ciudad, y que ha seguido alegrando las estadísticas: durante la última quincena, el número de pernoctaciones procedentes del Reino Unido aumentó más de un 14% y supuso el 29,7% de todos los alojamientos en el municipio. Las expectativas del mercado inglés para 2012 también son excelentes. Pero es evidente que los británicos no pueden tirar del carro eternamente.

"Corremos un serio riesgo de estancamiento, de que nuestro crecimiento se vea frenado". Mayor volvió a recomendar por este motivo la búsqueda de nuevos mercados tanto en el Centro de Europa como en los Países del Este, en especial, Rusia y Polonia, emisores sobre los que la patronal mantendrá en los próximos días reuniones con diversos agentes turísticos. Es el futuro, pero aún queda mucho por hacer: las pernoctaciones de la parte oriental del continente apenas suspusieron el 1,4% del total durante los últimos 15 días de agosto.

previsiones de gasto

Más poder adquisitivo en septiembre

A pesar de los nubarrones provocados por el mal comportamiento del mercado nacional, el sector turístico se siente optimista. Las previsiones para el actual mes de septiembre son excelentes: se han situado ya en un 91,1%, superando así en 3,5 puntos el dato del mes de septiembre, que finalmente apenas superó el 87%. Es decir, que por primera vez desde 2008, septiembre podría alcanzar guarismos superiores al mágico listón del 90%.

El presidente de Hosbec, Antonio Mayor, destacó que es un turismo mucho más fiel y de un segmento de edad, sobre todo en la segunda quincena, más alto, lo que además supone una buena noticia añadida para otros sectores como el comercio o la restauración. Y es que 2011 ha mejorado sus cifras de ocupación, pero el gasto por turista no ha despegado, en especial porque tanto los mercados británicos como españoles están a la cola en esta última estadística. Ahora, regresará por ejemplo el turismo vasco, mucho más fiable a la hora de rascarse el bolsillo.

Benidorm siempre ha hecho buenos meses de septiembre y octubre por otro factor añadido: la ciudad es más barata, sobre todo en lo que a alojamientos se refiere. No obstante, las patronales señalan que si agosto también fue bueno ha sido precisamente por la contención en los precios durante la temporada alta, que si bien no han registrado grandes ofertas ni bajones espectaculares, se han quedado en una tarifa de 55/60 ? diarios por persona, la pensión completa.