El último festival de música del verano en Benidorm hizo sonar ayer sus primeras notas. Con una hora de retraso, a causa de la lluvia, pasadas las cinco y media de la tarde, la Sala Delirium del KM Garden, en la zona de las discotecas, servía de escenario a los ocho grupos que ayer conformaban el cartel del Turborock 2011. Bandas míticas de rock americano o de punk inglés y formaciones jóvenes y punteras de sonido garage, y rock, se dieron cita ante los 1.200 asistentes al festival, según los datos de la organización -que esperaba entre unos 2.000 y 2.500 asistentes diarios-, en un festival que quiere alzarse como un evento más selecto, huyendo de los grandes macrofestivales, "sin distancias ni escenarios múltiples", como dicen promotores y Ayuntamiento.

Será por una firme apuesta o por una cuestión comercial, lo cierto es que ayer el público podía respirar ese ambiente íntimo de encontrarse en un evento musical para "fans selectos". El recinto fue más que suficiente. La organización logró salvar el festival en la sala cerrada del KM Garden, pero la gente buscaba en Benidorm una cita musical al aire libre y en el centro, para después continuar la marcha. Algunos asistentes mostraban su decepción por el cambio de ubicación, aunque todos aplaudían que el festival no se hubiese cancelado. Algo que, por otra parte, sólo fue posible precisamente por ese carácter más minoritario que permitió reubicar el aforo previsto.

En general, visto bueno a la organización, que pese a los importantes cambios de última hora logró acondicionar un espacio cómodo y bien distribuido, con el único inconveniente de tener que salir para fumar. No faltaron las típicas quejas por la distancia y la falta de indicaciones para llegar al recinto, que parecen ir aparejadas a estos festivales.

La cita es doble, pues el Turborock estará a la vez en Benidorm y en Santander, alternando cartel, de manera que los grupos que ayer actuaron en la ciudad cántabra acuden hoy a la capital turística de la Costa Blanca y viceversa.

El pop guitarrero de la banda madrileña Layabouts se encargó de abrir el cartel del viernes ante los primeros asistentes, que fueron llegando tímidamente para escuchar después al rockero neoyorkino Jesse Mallin. El que estuviera al frente de D-Generation en los 90, ofreció una gran actuación en solitario para luego reaparecer con su antigua banda punk, reunida doce años después de su disolución, en uno de los momentos más esperados de la noche, que estaba por producirse al cierre de esta edición.

Entre las actuaciones más ansiadas, la de la mítica banda punk inglesa Buzzcoks, en los escenarios desde el 77, y por supuesto la de Urge Overkill, que saltaron a la fama mundial gracias a su contribución en la banda sonora de Pulp Fiction con una versión de "Girl you'll be a woman soon". Otro de los platos fuertes de este cargado menú musical fueron los enérgicos The Bellrays. Un combinado que logró atraer a público joven y maduro.

El rock and roll, mezcla de country y folk, de The del Lords y de Slim Cessna, completaron el cartel de la primera jornada del Turborock que hoy trae una carta musical tan suculenta como la de ayer, con actuaciones como las de Nada Surf o Gigolo Aunts.