Por primera vez desde 1993, fecha en que se aprobó la Carta de Participación Ciudadana de La Vila, podría celebrarse en el municipio una consulta popular. La misma preguntaría a la población su opinión sobre el lugar más idóneo para ubicar la futura subestación eléctrica, cuya localización aprobada cuenta ya con cerca de 4.800 firmas en contra. Aunque tal cifra constituye más de un 15% del censo electoral que según el documento de participación ciudadana es el establecido para convocar dicha consulta, ésta no cuenta con apoyo del gobierno local, que la descartó cuando se aludió a ella en el debate plenario de julio, y que ayer prefirió no hacer declaraciones al respecto.

El portavoz socialista, Gaspar Lloret, explicó que su grupo vuelve a plantear la consulta popular esta vez mediante una moción formal por entender que "junto al rechazo de los vecinos, el impacto medioambiental de una instalación como la que se proyecta será terrible y tendrá unas consecuencias gravísimas cambiando la fisonomía de toda la zona y generando una serie de riesgos para las personas, la fauna e incluso la vegetación ya que el posible riesgo de incendio, como ocurrió hace unos meses en el Mas de la Monja". Lloret destacó además que no se trata de estar en contra de abrir una subestación, sino de plantearse si alguna de las otras dos localizaciones posibles son mejores (junto a la depuradora y en la zona industrial).