El gobierno local de Benidorm evitó ayer in extremis la protesta anunciada por la Asociación de Familiares y Enfermos de Alzheimer de la Marina Baixa por los impagos del Consistorio de las ayudas concedidas al colectivo. La entidad llevaba tres meses sin poder abonar las nóminas de sus trabajadores, personal de psicología, auxiliares sanitarios y de administración, así como sin poder pagar el alquiler del local debido a que todavía no había recibido 19.000 euros de la subvención municipal.

El anuncio de una manifestación de los socios en las puertas del Ayuntamiento, logró activar la maquinaria municipal y ayer, a primera hora, se realizó el ingreso.

Aunque el Consistorio tenía plazo legal para pagar hasta finales de diciembre, el colectivo había transmitido al Ayuntamiento sus apuros económicos en más de una ocasión y reclamado el pago de la subvención, que estaba incluida en los presupuestos y que otros años se solía abonar en abril, de ahí los problemas que había tenido el colectivo para planificar sus gastos.

Ahora, la ayuda municipal se ha hecho efectiva, pero todavía quedan pendientes de recibir los 43.000 euros que, según informaron fuentes municipales, adeuda la Generalitat Valenciana a la asociación. En tiempos de crisis, las administraciones públicas parecen apretar de todos los cinturones, incluido el de las asociaciones benéficas y sociales. Lo mismo le ha ocurrido a Asmibe, la Asociación de Minusválidos de Benidorm, que ha denunciado también sus problemas financieros ante el retraso en el pago de 40.000 euros que le adeuda la Generalitat.