El principal cliente turístico de Benidorm, el británico, gasta menos. Así lo confirma la encuesta oficial Egatur realizado por el Instituto de Estudios Turísticos, que demuestra que el gasto medio de los visitantes procedentes de las Islas Británicas descendió en España durante julio un 7,6% con respecto al mismo mes del año pasado y un 6,3% en lo que va de 2011. Son datos importantes. E inquietantes. Ratificarían lo que ya había apuntado algún estudio parcial del Ayuntamiento y habían asegurado diversas patronales del sector: que durante este verano, a pesar de las buenas cifras de ocupación hotelera, los turistas que han venido a Benidorm han gastado menos, con el consiguiente perjuicio para sectores como el comercio la restauración o los propios servicios hoteleros, sobre todo si se tiene en cuenta el peso de los súbditos ingleses en el negocio turístico de Benidorm, que supusieron un 31% de las pernoctaciones durante este verano. Y que por eso mismo, tal y como ha apuntado la patronal hotelera Hosbec, es necesario que Benidorm intente captar clientes en otros mercados europeos con alto poder adquisitivo que gastan más, tal y como ha demostrado la propia encuesta de Egatur.

Así, el gasto turístico durante este verano ha aumentado tanto en la Comunidad Valenciana como en el resto de España -no hay datos concretos de Benidorm-, pero no gracias a los británicos sino a otros mercados emisores. Es el caso sobre todo de los turistas procedentes de los países nórdicos, que consumieron en julio un 8,9% más que el año pasado, un total de 1.203 euros por persona; de los alemanes, cuyo gasto se elevó un 5,1% hasta situarse en 1.017 euros por cliente; o de los franceses, con un 12,7% más hasta alcanzar por turista los 632 euros.

A diferencia del británico, estos tres mercados apenas tienen representación en la tarta de las pernoctaciones de Benidorm. En el caso de los germanos, representan un 0,6%; en el de los galos, un 1,4%; y en el de los países escandinavos -sobre los que Hosbec ha mostrado un gran interés-, apenas un 0,1%. Por si fuera poco, el turismo holandés, que en cambio sí es importante en la Costa Blanca -han sido los pasajeros que más han aumentado este verano en el aeropuerto de El Altet-, también han recortado su desembolso en un 3,7%, quedándose en 900 euros por cliente.

Ahora bien, no es que se trate de una situación dramática, ni que el turista británico se haya vuelto roñoso de la noche a la mañana. Sigue generando un gran volumen de negocio, tanto en Benidorm -si de algo está contenta la patronal es de que este año el número de pernoctaciones de este mercado haya aumentado un 19%- ni en España, donde al fin y al cabo el Reino Unido fue el mercado emisor que más gastó durante los siete primeros meses de 2011, con un total de 5.760 millones. De hecho, cada británico invirtió en julio 801 euros -más que cada francés- pero, eso sí, menos que otros años. Y en cómputos absolutos, aunque, en lo que va de año todos los ingleses que viajaron hasta España consumieron un 2,2% más que en 2010, esta cifra, en julio, descendió un 0,9%.