Botellas de buen vino y champán. Foie de pato, quesos suculentos, carnes frías, ensaladas variadas y alguna pizza. Todo servido sobre vajilla de porcelana y en copas de cristal que brillaban bajo la luz de velas blancas que, al igual que la comida, fueron llevadas por los comensales. En total, 758 personas que acudieron vestidos literalmente "de punta en blanco", porque así lo exigía el protocolo de la fiesta que tuvo lugar ayer en el paseo de la Playa Centro de La Vila, junto a la plaza de Sant Pere, desde las ocho de la tarde hasta pasadas las doce de la noche. El evento, denominado "La cena de blanco" fue organizado por el comité Francés de Organizaciones para las Fiestas de la provincia de Alicante, en colaboración con el Consulado francés de la provincia, que invitó a miembros de los gobiernos locales de la comarca y a sus compatriotas de la Costa Blanca.

El evento fue todo un éxito, llenándose al completo las 96 mesas dispuestas para la ocasión. Tenía como objetivo celebrar la Fiesta Nacional Francesa del 14 de julio, en recuerdo de la toma de la Bastilla, y en homenaje a la Fiesta de la Federación. Y se hizo, además, con la estética de la tradicional "cena de blanco" que cada año tiene lugar en París de forma espontánea. "Esta cena tiene como origen una cita secreta, que hacia una organización piramidal, en la que sólo un grupo reducido, de élite, sabía desde el principio dónde se celebraría la reunión. Iban informando a la gente de forma parcial, hasta el día en que se celebraba, dando el punto exacto de la cita 30 minutos antes de empezar, y sin autorización previa se reunían de 2.000 a 3.000 personas en un punto de la ciudad", explicó el cónsul francés, Georges Marc Sánchez.

En esta ocasión, la convocatoria sí contaba con todos los permisos, pues según declaró el alcalde vilero, Jaime Lloret, "para nosotros se trata de un acto muy especial de promoción, en el que muchos franceses van a ver La Vila por primera vez, lo que para nosotros es importante, pues queremos divulgar al turista extranjero nuestros atractivos".

En este sentido, no sólo conocerían de primera mano las casas de colores de pescadores frente a las cuales degustaron sus platos tradicionales, sino también la cultura popular vilera. Los grupos de danzas locales Centener y Almadraba hicieron una demostración junto al Grup de Tabaleters i Dolçainers Els Valerios. El castillo cristiano protagonista de la Reconquista de las fiestas de Moros y Cristianos, también servía de ejemplo de los festejos y habían anunciado que antes de terminar la cena habría una Embajada Contrabandista.

Primera vez en la península

Antes de las actuaciones tendrían lugar los discursos y los himnos. En los parlamentos, el cónsul francés, además de agradecer la acogida de La Vila, remarcó la importancia de la educación y de los valores de la democracia, fundamentos de la república francesa, y animó a sus compatriotas a participar, aunque sea desde España, en las próximas presidenciales y legislativas que celebrará su país en 2012. Según destacó el cónsul francés la cena de ayer era la primera que se realizaba de este tipo en la península. Sólo en España hay un precedente en Mallorca, donde tiene gran acogida desde hace un par de años. Las entradas para asistir a la fiesta de ayer se vendieron, a un precio de 5 euros, a través del Comité de Fiestas francés, agotándose al poco de ponerlas a disposición de los invitados. Por ese motivo, no pocos se quedaron con las ganas de haber asistido, según reconocieron desde la organización y se pudo comprobar en algunos accesos, donde algunas vecinas vileras, vestidas como marcaba la etiqueta, se quedaron sin poder entrar. Pero pese al éxito, el cónsul indicó que lo más probable es que no se organice otra cita hasta dentro de dos años, para mantener el interés.

Los organizadores colaboraron con el club local de rugby, donando los beneficios de las ventas de la barra. El presidente del Club de Rugby La Vila también participó del ágape en la mesa presidencial, junto al alcalde vilero; los ediles de Turismo, Xaro Escrig, y Urbanismo, Jerónimo Lloret; las concejalas del gobierno de l'Alfàs Genovenva Tent y Rocío Vizcaíno y el comandante Naval de Alicante, Bruno Fernández, entre otros.