Efectivos de la Guardia Civil detuvieron ayer por la mañana en Altea a 14 ciudadanos de Irán y Rumanía en una operación contra la inmigración ilegal. En el operativo, coordinado por la Audiencia Nacional, intervinieron más de 40 agentes de la Unidad Central Especial de la Dirección General de la Guardia Civil, en Madrid, y la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia de Alicante, que llevaron a cabo registros domiciliarios en tres viviendas, dos en la Plaça de la Pau y otra en la partida de La Olla. Según fuentes de la investigación, los ciudadanos iraníes tenían la condición de asilados políticos y se dedicaban a traer a España a otros ciudadanos de su país de manera ilegal, para lo cual, según fuentes de la investigación, falsificaron pasaportes y otros documentos necesarios para cruzar las fronteras.

A las siete en punto de la mañana de ayer, se inició el registro en los tres domicilios. Los agentes, que llevaban los rostros cubiertos con pasamontañas, irrumpieron en las viviendas con herramientas para hacer añicos las puertas de entrada. En la casa ubicada en el primer piso del número 2 de la plaza La Pau vivían el iraní R. M., de 39 años, su mujer iraní V. M., de 35 años de edad, y dos niños de entre 6 y 8 años de edad. Según testigos presenciales, a los niños se los llevaron los agentes para su custodia mientras detenían a sus padres y registraban la vivienda. En la vivienda del segundo piso del número 6 de la misma plaza, vivían el iraní G. H., de 40 años, su mujer que no fue detenida, el iraní M. G., de 23 años, y su novia rumana N. P., de 21 años, junto a los dos hijos del matrimonio con edades entre los 8 y los 12 años. Y en la casa de La Olla vivían otros 4 matrimonios y la madre de uno de los hombres, además de dos menores de edad, todos de Irán.

En los registros domiciliarios, los agentes permanecieron durante más de ocho horas. La expectación vecinal era extrema, e incluso se pensó que, por la actuación de los agentes y su elevado número, "parecía que fuese una operación antiterrorista", según comentó un residente. No obstante, fuentes del caso descartaron este extremo. Del domicilio de La Olla, los agentes se llevaron detenidos a todos sus inquilinos adultos al filo de las 12.30 horas. En la Plaça de La Pau, y tras incautar varios ordenadores y numerosa documentación, a las 12.53 horas sacaban detenidos a R. M. y V. M., y los introducían en sendos vehículos policiales custodiados por los guardias. Veinte minutos después, sacaban esposados de su casa a G. H. y M. G. El primero se dirigía a los medios de comunicación con la frase "preguntadle a Miguel". Posteriormente, a las 13.51 horas, los agentes se llevaban a N. P. para ponerla a disposición judicial.

Según los vecinos, las familias iraníes estaban viviendo en estas casas desde hace dos meses, aunque llevaban instalados en España desde hace poco más de tres años. A los mismos los calificaron como "muy amables y buenas personas".