El portero de una discoteca de Benidorm acusado de la muerte de un hombre que cayó tras recibir un puñetazo ha ingresado en prisión durante el pasado fin de semana acusado de un delito de homicidio, según confirmaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana. El gerente del local, que también había sido arrestado por la Policía cuando ocurrieron los hechos, quedó en libertad sin cargos nada más declarar en el juzgado de guardia, ya que no tuvo ninguna relación con estos hechos, según indicaron a este diario las mismas fuentes.

El empleado de seguridad mantiene que se trató de un hecho accidental y que ni siquiera llegó a darle un puñetazo. Según las fuentes consultadas por este diario, el portero sostiene que habían tenido que desalojar esa misma noche a la víctima un par de veces porque estaba intentando robar a los clientes del establecimiento. Al sorprenderle una vez más en el local, le condujo a la calle. Según la versión del empleado, la víctima hizo ademán de sacarse algo del bolsillo de atrás, hecho que motivó que el portero intentara defenderse propinándole un empujón. En la caída, el hombre se golpeó en la cabeza y sufrió lesiones que finalmente le causaron la muerte.

El portero es un joven de unos 20 años de edad y de nacionalidad rumana que había empezado a trabajar en el local tres días antes de que ocurrieran los hechos. La víctima es un hombre de nacionalidad marroquí de 32 años de edad. Las fuentes consultadas por este diario señalaron que la víctima tenía un colaborador para cometer los robos y que habían llegado a tener un altercado con los camareros del local cuando trataban de evitar que desvalijaran a los clientes.

El juzgado de Instrucción número uno de Benidorm se ha hecho cargo de la investigación que decretó el ingreso en prisión del portero del local tras tomarle declaración durante el pasado fin de semana. Los hechos ocurrieron entre las cinco y las seis de la madrugada del pasado miércoles en el interior de la discoteca Hippodrome, situada en la calle Mallorca de Benidorm, conocida como la "zona guiri" dada la alta concentración de locales de ocio destinados a los turistas británicos de la ciudad.

La hipótesis de la Policía es que el hombre falleció al golpearse la cabeza tras sufrir un puñetazo por parte del empleado de seguridad. El hombre no murió en el acto, sino que tuvo que ser trasladado al Hospital Comarcal de la Marina Baixa, donde acabó falleciendo a las 13.00 horas del día siguiente. Esta muerte provocó la apertura de una investigación por parte de la Comisaría de Benidorm que culminó con la detención del presunto autor material de la agresión, así como del responsable del establecimiento de ocio. Finalmente sólo ha sido imputado el primero.