Eran dos declaraciones esperadas, pero finalmente ninguno de los dos testigos que prestó ayer testimonio ante la juez que instruye la causa por las presuntas irregularidades urbanísticas en el Ayuntamiento de Polop de la Marina pudo aportar datos clave para avanzar en el procedimiento. Tanto la actual alcaldesa, María Dolores Zaragoza, como un representante de la constructora Blauverd, Gabriel Antonio Olaso, indicaron a la magistrada desconocer los hechos que se investigan y que atañen a ambos: la primera, si hubo presiones a ediles del PP para adjudicasen el sector 8 Teulería-La Paz a esta mercantil; el segundo, por qué la constructora compró a Juan Cano y al padre del exedil Jaime Narbó dos parcelas a un precio 38 veces superior al que ellos habían pagado un año antes.

La investigación sobre las presuntas irregularidades cometidas en Polop entre los años 2000 y 2005, que partió a raíz de la causa por el asesinato del alcalde Ponsoda, se sustenta en una operación de compra-venta de dos solares y, con ellos, las presuntas presiones que el exalcalde Juan Cano habría ejercido sobre la mercantil Blauverd bajo la amenaza de que el pleno le adjudicara o no la condición de agente urbanizador de un PAI. Los hechos se produjeron en noviembre de 2005, bajo gobierno de Alejandro Ponsoda y en la etapa en la que Juan Cano estuvo apartado del Ayuntamiento, pese a que seguía controlando en la sombra el urbanismo local. Entonces, Cano y el padre de Narbó vendieron dos parcelas a la mercantil Blauverd por un precio de 290.000 y 240.000 euros respectivamente, pese a que tan sólo un año antes las habían adquirido por 7.500 euros cada uno.

La firma de la operación se produjo tan sólo 14 días después de que el pleno, con los votos del PP, diese a Blauverd la urbanización provisional del sector 8 Teulería-La Paz. Y en ese pleno votó favorablemente a la adjudicación el entonces concejal Jaime Narbó, pese a tener intereses en la cuestión y, además, pese a que durante toda la tramitación del expediente había comunicado a sus compañeros de grupo su intención de votar en contra, según diversas fuentes.

Los testimonios tomados ayer por la juez derivan de las declaraciones de otros dos testigos de la causa: el edil de Urbanismo en esa etapa, Juan Andrés Llorens, y el gerente de Blauverd, Vicente Girbés Camarasa. El exedil de Urbanismo relató ante la juez que Narbó cambió el sentido del voto a última hora, tras recibir un mensaje de Juan Cano en el que le manifestaba "que ya estaba todo arreglado" e intentó presionar a sus compañeros de grupo contra o a favor de la mercantil, dependiendo del momento. Por su parte, Girbés, manifestó que él no participó en las negociaciones de la compra-venta de los solares, sino que lo hizo Olaso, el otro representante de la mercantil.

Frente a estas manifestaciones, fuentes relacionadas con la causa indicaron ayer que Gabriel Antonio Olaso negó ante la juez haber participado en reuniones con Cano relacionadas con esos terrenos y que él tan sólo realizó algunos trámites en la notaría, porque le dijeron que tenía que ver mediciones y planos, a pesar de que las operaciones de compra-venta las cerraba Girbés, agregaron las mismas fuentes.

Por su parte, la actual alcaldesa María Dolores Zaragoza tampoco pudo relatar mucho más, pese a que cuando se produjeron los hechos formaba parte de la corporación como edil de Mujer e Infancia y también a pesar de que cuando accedió a la Alcaldía tras la detención de Cano dijo ser la "primera interesada" en que todo saliera a la luz. Según pudo saber ayer este diario, la primer edil indicó que en esa época apenas participó en reuniones de grupo puesto que estaba convaleciente de una enfermedad. La regidora sí señaló que estuvo en una reunión donde vio una discusión entre Llorens y Narbó sobre cuestiones urbanísticas, pero no pudo concretar a qué respondía la disputa, agregaron fuentes relacionadas con la instrucción.