Oficialmente, ayer no era un día de campaña. El duelo por las víctimas de los terremotos de Lorca llevó a todos los partidos a suspender los actos previstos en jornada electoral. Aunque no los institucionales ya organizados previamente. Por ejemplo, el que reunió en Benidorm a cerca de quinientos jubilados, asociados a la Unión Democrática de Pensionistas de la ciudad, en un hotel de la capital turística. A falta de campaña, los políticos de los partidos mayoritarios, PSOE y PP, no dudaron en acompañar a los mayores en una reunión festiva en la forma y que, por los gestos, acabó siendo un acto más de campaña en el fondo.

La "estrella de cartel" en la comida de la UDP, a la que mayoritariamente los políticos no se quedaron, era la consellera de Bienestar Social, Angélica Such, natural de Benidorm y quien en 2007 fue en la lista del PP a las municipales liderada por Manuel Pérez Fenoll. Ahora no figura como candidata, aunque sí respalda al candidato de los populares en su pueblo natal: en tan sólo una semana, ya ha participado en tres actos -uno político, dos programados por el Consell-. Así que junto a ella, cómo no, también participó el propio Fenoll, la ex concejal de Bienestar Social, Carmen González, y el senador Agustín Almodóbar. Encabezando el frente socialista asistió el alcalde y candidato del PSOE, Agustín Navarro, quien también estuvo respaldado por otros miembros, bien del actual gobierno que no repiten, como las ediles Isabel Martínez (Bienestar Social) y Maite Iraola (Cultura), bien de su actual candidatura, como el número dos, Juan Ángel Ferrer.

Los políticos accedieron al acto juntos, todos al unísono, acompañando al presidente local de la asociación de jubilados UDP, Aurelio Perucha, y a la dirigente provincial, Marisa Gimeno. Sin embargo, una vez en el salón en el que los pensionistas degustaban el aperitivo, cada uno decidió ir por libre y hacer su propia campaña personal a costa de saludos, "¿cómo está la familia?", besos y abrazos. Y es que ayer, a diferencia de los mítines o actos de campaña organizados por unos y otros en el camino hacia el 22-M, se dio la circunstancia de que entre los cerca de quinientos asistentes al acto, prácticamente el noventa por ciento, por no decir todos, eran vecinos y votantes de Benidorm, así que ante ellos todos debían mostrar la cara más amable.

En ningún momento del acto hubo mensajes políticos. Tan sólo una simple felicitación por parte de la edil de Bienestar Social -pues el alcalde ya se había ausentado en el momento de los parlamentos- y un agradecimiento de la consellera del ramo, además de piropos sobre "los guapos que son todos en mi pueblo", como dijo Such, o de los datos sobre las inversiones del Consell hacia el colectivo de la tercera edad, que la consellera no dio en público, sino a los periodistas congregados. Pero los mensajes tampoco hicieron falta, porque, como en el refrán, las imágenes valen más que las palabras y ayer de éstas hubo de sobra.