El viejo Ayuntamiento de Benidorm, ubicado en el Paseo de la Carretera, tiene las horas contadas. Así lo trasladaron ayer a este diario numerosos representantes del sector comercial del centro de Benidorm, sobre todo los ubicados en el entorno de este histórico edificio, que en breve será reducido a escombros para ser remodelado dentro de unas obras del Plan Confianza que financia el Consell. Los empresarios fueron convocados ayer de urgencia a una reunión con el alcalde de la ciudad, Agustín Navarro, para ser informados de que la demolición del inmueble podría comenzar hoy mismo, después de que el Ayuntamiento decretara la paralización de las obras hasta pasada la Semana Santa, tal y como explicaron los propios afectados.

Y, además, fueron más allá. En su mayoría, mostraron su disconformidad con el proyecto previsto por el Ayuntamiento, que consistiría en derribar todo el edificio para construir uno nuevo, recreando una fachada de las mismas características del actual y remodelando todo su interior para crear en él un centro multifuncional. Los comerciantes consideran "innecesario" demoler todo el edificio "si después se hace uno igual" y creen que el Consistorio debería haber estipulado, o bien la conservación exterior de todo el inmueble -como inicialmente estaba previsto- o bien un nuevo proyecto, adaptando la nueva fachada a los retranqueos ya existentes en el resto de edificios y comercios colindantes del Paseo de la Carretera.

Junto a los descontentos con el proyecto, los pequeños empresarios y vecinos de la zona tienen otra queja, ésta de mayor peso y en la que, además, todos coinciden: los plazos para la ejecución de la obra. El retraso que acumula el Consell en las mismas, que se aprobaron en 2009, es en parte culpable del descontento. Y a ello se suma el inicio previsto ahora por Ayuntamiento y empresa adjudicataria: a las puertas del mes de mayo y cuando apenas quedan dos meses para la temporada alta. Fuentes del comercio consultadas por este diario manifestaron que han pedido al Consistorio que la obra se demore hasta octubre o noviembre para no perjudicar al sector en plena temporada alta, alegando que la estrechez de la calle y la instalación de grúas o camiones por las obras impedirá el paso a los peatones y generará "incalculables pérdidas". La otra solución aportada por los afectados es que la demolición se realice ahora "si no hay más remedio" , se limpie el solar y se aplace la construcción hasta pasado el verano.

El edificio del antiguo Ayuntamiento, ubicado en la Boca del Calvari, cuenta a sus espaldas con más de cien años de historia y estuvo protegido por el PGOU para garantizar su conservación. Ahora todo apunta a que, en breve, pasará definitivamente a la otra historia.