Al menos doce personas han muerto y otras 22 han resultado heridas de gravedad en los últimos diez años en accidentes de tráfico ocurridos en el punto negro de la carretera nacional332 en el linde entre los municipios de La Vila Joiosa y El Campello, según datos recogidos por este diario. A estas trágicas cifras se suman decenas de heridos leves y otros tantos accidentes menores o que sólo han registrado daños materiales. Todos ellos se concentran en un tramo, de unos tres kilómetros, comprendidos en torno a los puntos kilométricos 129 y 131 aproximadamente.

El último accidente con víctimas mortales en ese tramo ha sido esta misma semana cuando dos turismos, por causas que se desconocen, chocaron frontalmente. Un hombre de 81 años de edad perdió la vida y otras siete personas resultaron heridas.

El siniestro ocurrió en el kilómetro 130,8, a un kilómetro escaso de ese punto, hace apenas un mes, se produjo otro aparatoso accidente, esta vez sin víctimas, pero que obligó a cortar la carretera a la circulación durante más de tres horas tras volcar un camión cargado de arena.

Los vecinos de la zona, principalmente de las áreas residenciales de El Campello, han denunciado la situación por activa y por pasiva y exigen medidas de seguridad para paliar la peligrosidad de la vía.

La mayoría de estos accidentes de tráfico son choques frontales entre vehículos, en muchas ocasiones por tratar de efectuar un adelantamiento peligroso, ya que esta es una de las únicas zonas en las que está permitido adelantar desde que se toma la antigua nacional 332 a la salida de Alicante hasta llegar a la variante de La Vila Joiosa. Además de los choques frontales, se han registrado numerosos siniestros por caídas por el barranco lateral después de salirse los vehículos de la vía por diversos motivos, aunque en algunas ocasiones la razón es la misma, tratando de esquivar un coche que viene en dirección contraria adelantando. A esto hay que sumar algunos atropellos de viandantes que cruzan temerariamente por el vial, otra razón por la que los vecinos quieren poner freno a esta situación.

Protestas vecinales

Los vecinos de las zonas residenciales que este tramo negro de la N-332 deja a su paso han reclamado en varias ocasiones más medidas de seguridad vial para reducir el número de siniestros. Los afectados han protagonizado varias protestas y movilizaciones y ha realizado una campaña de recogida de firmas para exigir actuaciones concretas que pongan fin a los continuos accidentes, sobre todo en tres cruces de zonas residenciales con la N-332 que son Venta Lanuza, Cala d'Or y Coveta Fumà.

Esas peticiones fueron aceptadas el pasado mes de febrero por la Subdelegación del Gobierno en Alicante, que entonces se comprometió a instalar un radar, colocar más señales, bandas sonoras y aumentar los controles de la Guardia Civil, aunque aún no se han puesto en marcha estas medidas.

Mientras, el desdoblamiento de la N-332 está en fase de estudio, pues es la fórmula que se erige como solución definitiva a un problema que viene dado por la alta densidad de tráfico de esta carretera que absorbe el turismo que viene al litoral Mediterráneo de vacaciones durante la temporada alta, lo que explica el elevado número de colisiones.

Sin embargo, y hasta que no llegue esta solución definitiva, los vecinos exigen que se tomen cartas en el asunto y que la Subdelegación cumpla su compromiso para reducir el número de accidentes.