Rodeada de sus nuevos compañeros del Centro Democrático Liberal (CDL), en su mayoría antiguos militantes del PP seguidores de los exalcaldes Eduardo Zaplana y del fallecido Vicente Pérez Devesa, Gema Amor vivió ayer uno de los momentos más complejos de su carrera política en una comparecencia en la que, por primera vez en años, ya no era directora del Patronato de Turismo, ni presidenta local del PP de Benidorm, ni concejala: había renunciado a todos esos cargos después de que el jueves por la noche abandonara el partido de toda su vida para liderar la lista del CDL.

En un tono intenso y muy duro, Amor explicó los motivos: acusó a la dirección regional del PP y a su presidente, Francisco Camps, de practicar en connivencia con el alcaldable popular de Benidorm, Manuel Pérez Fenoll y con la familia Barceló "imposiciones de la ley del silencio y prácticas mafiosas con el fin de atropellar a quienes dentro del partido habíamos sido democráticamente elegidos". O, lo que a su juicio es lo mismo, finiquitar más de veinte años de unidad del centro-derecha en la ciudad desde que a principios de los 90 precisamente Zaplana y Pérez Devesa unificaran junto al exsenador Miguel Barceló todo ese arco ideológico. "Pérez Devesa logró magníficos resultados con listas en las que sólo necesitó integrar a dos candidatos de su corriente", rememoró Amor.

Por el contrario, según la ya alcaldable del CDL, ése no ha sido el talante ni de la actual cúpula autonómica del PP ni del propio Fenoll, que habrían marginado al sector de Amor desde que fue elegida presidenta local del PP en 2006, "despreciando a la militancia". En este sentido, lo que ha sucedido en la actual precampaña -en la que Amor ha porfiado sin éxito por colocar a tres de sus afines en la candidatura de 2011- es un calco de lo acaecido con la lista de 2007, en la que la entonces presidenta del PP tampoco pudo colocar a ninguno de todos sus afines y tuvo que conformarse con ir en el número 2 en solitario. "Ahora nos han ofrecido lo mismo y no podía aceptarlo, porque represento un proyecto con mucha gente detrás que me pedía que diera este paso, harta de tanta sumisión".

Y eso que en las maratonianas negociaciones del jueves, en las que participaron Ana Mato por la dirección nacional y Paula Sánchez de León por la regional, a Amor se le llegó a proponer colocar a uno de sus afines en el puesto 12 de la lista, lo que hubiera abierto las puertas a un acuerdo. Pero ayer la líder del CDL aseguró que "en realidad intentaron engañarme, ya que yo no firmé esa lista y a la Junta Electoral los representantes del PP -ya muy cerca de la medianoche- llevaron otra candidatura en la que ni siquiera figuraba mi nombre con el fin de dejarme fuera de las elecciones".

Amor, que censuró a su ex partido por incluir imputados en sus listas, añadió que durante el proceso fue sometida al "chantaje" ya que desde la dirección se le advirtió de que su negativa podía tener consecuencias en las listas de Orihuela, Alcoy y Villena, donde también había conflictos entre campistas y ripollistas. Frente a las críticas a los primeros, a los que acusó de "haber marginado a gente muy válida también en Calp, Torrevieja o la Vila Joiosa, Amor llamó "amigo" al líder de los segundos, el presidente provincial del PP José Joaquín Ripoll, a quien elogió su "generosidad".

La fuga de Amor deja a Pérez Fenoll en una situación comprometida: con la expresidenta también se han ido varias decenas de militantes y el alcadable parece haber perdido incluso la complicidad del senador Agustín Almodóbar Barceló, que tampoco va en la lista. Amor calificó este hecho de "sorprendente" y mostró su estupor porque tampoco se haya contado con el hijo de Pérez Devesa, Vicente Pérez Agulló, "lo que me parece una falta de respeto". El culpable, Fenoll: "fue su falta de liderazgo la que provocó la moción de censura de este mandato", cuando el exedil popular José Bañuls también rompió con él y firmó una moción de censura que le dio el poder al PSOE.