Los trabajadores de los hoteles de Benidorm sufren unas cargas laborales más intensas que la mayoría de los otros destinos turísticos españoles. Ésta es la principal conclusión que ha extraído Comisiones Obreras de un estudio comparativo que ha realizado a partir de datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y que, a su juicio, arroja a la luz la precariedad laboral que sigue sufriendo el sector en la Costa Blanca, a pesar de los buenos vientos que soplan en lo que se refiere a las cifras de ocupación.

Según el estudio, cada empleado de Benidorm atendió durante 2010 una media de 7,9 plazas turísticas (ya sean consideradas habitaciones o camas). Solamente en los destinos catalanes de Salou y Lloret de Mar, con medias de 10 y 9 plazas por trabajador respectivamente, la situación es peor. Se trata, eso sí, de dos poblaciones con prácticamente la mitad de camas que el destino de la Marina Baixa. En relación al resto de ciudades, las plantillas de los hoteles de Benidorm salen perdiendo en todos los casos: tanto con las dos poblaciones que en la relación facilitada por el sindicato la superan en plazas (Madrid y Barcelona, que tienen una media respectivamente de 6,3 y 5,8), como con aquellas que tienen un tejido hotelero similar: es el caso de San Bartolomé (5,2), Adeje (5,46), Calvià (7,72) o Palma de Mallorca (6,6).

Estos guarismos son, para Comisiones Obreras, la consecuencia directa de la guerra de precios que, también en 2010, se produjo en Benidorm "y que provocaron a su vez que, para mantener la rentabilidad de los empresarios, se produjera una reducción del empleo y de los costes laborales", señaló el secretario de Comunicación de esta fuerza sindical, Salvador Roig. "Los trabajadores que a lo largo del último periodo de crisis sí que han logrado conservar su empleo tienen que hacer ahora, por los mismos sueldos, más horas", añadió Roig. De hecho, durante los últimos meses el paro en la Marina Baixa ha seguido creciendo (si bien la destrucción de empleo se ha ralentizado gracias a la buena marcha de la ocupación) y la comarca continúa liderando esta sombría estadística en la provincia de Alicante.

La guerra de precios que ha provocado esta situación en el último año tiene incluso sus propias cifras: el portal "Índice de Precios de Hoteles.com" certificó que durante la pasada temporada el precio medio por habitación de hotel en Benidorm se desplomó un 18%, al pasar de los 96 euros de 2009 a los 79 de 2010. El portal, que analizaba el comportamiento del sector también en todo el panorama nacional, admitía que el caso de Benidorm no era único en España ya que la mitad de los destinos había seguido el mismo camino. Ahora bien, también advertía de que otras ciudades turísticas, en cambio, sí que habían logrado mantener e incluso incrementar el precio de sus habitaciones.

La propia patronal hotelera Hosbec reconoció entonces que durante la primavera de 2010 se había extendido un "clima de nerviosismo" que provocó el abaratamiento de los precios con el fin de "salvar el volumen de negocio y la planta hotelera". El presidente de la patronal, Antonio Mayor, aseguraba, no obstante, que en 2011 no se repetirá esta situación.

Por su parte, CC OO responde que "la botella se puede ver medio llena o medio vacía, pero el hecho de que los trabajadores de Benidorm soporten una mayor presión y unas cargas de trabajo más altas que las del resto de sus competidores incrementa la precariedad de las condiciones laborales". En este sentido, Roig alertó incluso de "un aumento de los riesgos laborales para los trabajadores, ya que estoy convencido de que para poder sacar adelante sus cargas profesionales se tienen que realizar horas extras, lo que incrementa el cansancio".

En realidad, para los sindicatos, lo que sigue en discusión es el actual modelo del tejido turístico: "nos preocupa que la competitividad se base fundamentalmente en la reducción de lo que los empresarios denominan costes laborales; para nosotros recortar las plantillas puede repercutir de forma negativa en la calidad de los servicios y a la vez deteriorar la salud del turismo como la mayor fuente de ingresos de Benidorm y la comarca, aumentando las ya de por sí abultadas cifras de desempleo". Al respecto, y en un tono muy crítico, Roig se mostró convencido de que "en la actualidad algunos empresarios utilizan el temor de los trabajadores a perder el puesto de trabajo para empeorar las condiciones laborales".

Comisiones Obreras insiste en que "es muy positivo que se recuperen los niveles de ocupación y visitantes, pero estas mejorías deben ir acompañadas de un crecimiento de las plantillas".