Indignados y alertados ante lo que este nuevo suceso puede deparar a la economía del valle de Guadalest. Así están sus vecinos y comerciantes, los cuales ayer no salían de un desesperanzador asombro al descubrir que el tramo de la carretera CV-70 que les une con Polop, La Nucía y Benidorm, a la altura del punto kilométrico 36, había vuelto a hundirse con la llegada de las primeras lluvias fuertes. El desconsuelo no era para menos.

La misma circunstancia la vivieron en enero del pasado año. Su consecuencia fue tener cortada durante más de tres meses dicha carretera, principal vial que les nutre de turistas (haciéndoles perder incluso la temporada de Semana Santa). El motivo fue que aquellas obras de reparación del firme parecían no tener fecha de comienzo hasta que al fin arrancaron en mayo. En esa fecha, el conseller de Infraestructuras, Mario Flores, visitó el lugar. Al llegar excusó la tardanza en iniciarse los trabajos en "la complejidad del proyecto" que había pensado para evitar problemas similares en el futuro, tras analizar los movimientos de aguas de las montañas de la zona.

El citado proyecto supuso una inversión de 1,2 millones de euros. Y la incidencia que no volvería a ocurrir sucedió ayer.

Exactamente en el mismo tramo en el que no hace ni un año finalizaba aquella ejecución, las lluvias han vuelto a romper la carretera. La única diferencia es que el primer incidente se produjo tras unas lluvias torrenciales que llegaron a superar los 320 litros por metro cuadrado y que en esta ocasión, según apuntaron ayer desde la propia Conselleria, cayó menos de la mitad (150 litros).

Ayer los vecinos calificaron de "vergüenza" el arreglo "definitivo" realizado ante el resultado, "porque a muchos nos altera la vida diaria a la hora de ir a trabajar y acceder a servicios básicos" (con la carretera cortada los alumnos también tienen que ajustar horarios para acudir a los centros de Callosa y La Nucía). "Y ni que decir tiene que afecta muchísimo a los negocios".

En este sentido se pronunció ayer, Rafael Sales, presidente de la asociación de Comerciantes de Guadalest. "Para nosotros este incidente llega en el peor momento, cuando llega el buen tiempo que es cuando empiezan a venir mas visitantes". "La última vez nos dejaron sin carretera durante mucho tiempo, tres meses en los que casi estuvimos cerrados. Casi nadie subía ni bajaba, por un arreglo que nos prometieron se hizo para que no volviera a ocurrir... hasta ahora".

Por el momento el tramo no ha sido cortado al tráfico. Tras el hundimiento la Consellería de Infraestructuras mandó colocar un semáforo en ese punto para regular la circulación alternativa en ambos sentidos. Además, fuentes de la institución autonómica explicaron también que los ingenieros acudieron ayer mismo al lugar para evaluar los daños, avanzando que el plan es "reponer toda la escollera este mismo fin de semana, rellenando todo lo que esté mal".

La solución definitiva, según el conseller

En mayo de 2010 el conseller Mario Flores visitó el accidentado lugar. Allí, cuestionado por la falta de información emitida desde la Consellería y de la que se quejaron vecinos y alcaldes, Flores se disculpó aclarando que tal vez si se hubieran empezado antes las obras "no se habría dado con una solución definitiva. Ahora ya sabemos lo que hay que hacer para evitar nuevos episodios".