Con una puntualidad exacta arrancó ayer la "entrà" mora de los Moros y Cristianos de Callosa d'en Sarrià, abriendo paso al desfile nuevamente dos cabezudos gigantes junto a los nanos, y los pequeños "pastoretes", que daban paso al abanderado de la "Associaciò" perteneciente a la filà Guardia Negra. Como conmemoración a los 150 años de fiesta, las huestes de la Media Luna fueron presentadas por dos escuadras de Ontinyent en las que sus integrantes vistieron los diferentes trajes de sus filàs moras y cristianas. Tras ellos, un caballo pardo portó una bandera especial de la primera filà callosina que abría las mesnadas de las tropas sarracenas, la filà "Ligeros", en la que se rememoraba el 150 aniversario de su creación. Tras ella, la bandera de la filà avanzaba con una retaguardia de poderosos tambores de guerra que avecinaban el poder de los infieles que entraban en la villa.

El reposo de las torpas, las bailarinas, avanzaban unos metros atrás también al paso percusoinado de una de las bandas participantes que, al igual que la jornada anterior, lucía las chilabas de la Associaciò de Moros i Cristians de Callosa. Entre los estruendosos tambores se alzó la dulzaina abriendo la comitiva a la primera escuadra de hombres bajo la marcha "President".

Tras éstos, las mujeres del harén inspiraban la comitiva con la danza del vientre, provocando las ovaciones de los festeros cristianos que, junto al público, vieron el desfile a ambos flancos de la comitiva. La dulzura de las bailarinas no avecinaba la amenazante escuadra especial que las seguía. Una primera escuadra de mujeres negras portando a hombros las cabezas de sus enemigos derrotados, y sobre las suyas, impresionantes cascos realizados con cráneos de animales de Los que emanaban vistoso plumajes de carmesí y azabache. Con similar terror marchaba tras ellas la escuadra especial de guerreros dirigida por un imponente cabo, José Bernardo. Tras la siguiente escuadra de "Ligeros", dos grandes camellos llevaban a Alfonso Olmo, con la bandera mora, y al embajador, Cristian Sánchez. Tras ellos la banda de Pobla del Duc tocaba "Als Berrebers".

Pero aún no había llegado el momento de los hombres del desierto. Primero se abriría paso la escuadra institucional con trajes de reminiscencias africanas inspiradas en la piel de las cebras, decoradas con grandes plumas negras y blancas.

Después, haría su entrada un cordel negro con la bandera de la Guardia Negra. La banda tocaba sumarcha cuando aparecieron las primeras escuadras de mujeres. Entre ellas y sus guerreros un caballo de doma ensalzó la entrada de los combatientes de escudos con forma de Media Luna. La primera carroza infantil apareció entonces llenando de confeti al público, y tras ésta, la última escuadra de la Guardia Mora, espléndidamente dirigida por un cabo que arrancó las ovaciones del público.

Sobre otro equino entró entonces la bandera de la filà "Marraskets", con su escuadra al paso de la marcha "Moros españoles".

La noche empezó a caer cuando le llegó el turno a la filà "La Llana", que mostraba orgullosa una enorme bandera festejando los 150 años de su creación. Tras ella una pequeña carroza abrió la comitiva que seguía una primera escuadra de Villena, para pasar a los de la "Capa". Otra carroza infantil separó las tropas para realzar la presencia de la escuadra especial de hombres que avanzó con la cadencia de las notas de la banda La Nova Quatretonda. Tras ésta, los veteranos hicieron su aparición sobre otra carroza, seguidos de dos nuevas escuadras y caballos de doma. Antes de tomar posición la filà "Granadinos", el cabo de la última escuadra de "La Llana" logró también el clamor del público.

La bandera granadina apareció sobre un caballo de doma. Tras él desfilaron las escuadras de mujeres con sus afiladas dagas en la mano, precediendo a las dos escuadras de hombres que cerraron el grupo.

El intenso verde de la filà "Cordò" se abrió paso después, seguida de una pequeña carroza infantil y una escuadra de hombres tras la cual daría comienzo el desfile del boato.

En éste, los heraldos y banderines marcharon al paso de los tambores, y la bandera de los Beduinos entró sobre un vigoroso camello. Tras él, los blancos turbantes de las mujeres de las escuadras beduinas que también fueron aclamadas por los de la plaza. Después el silencio se hizo ante un majestuoso caballo de doma en duelo, que era escoltado en la retaguardia por dos escuadras de beduinos, portando la segunda las alargadas espingardas. A continuación, y tras una carroza con forma de cachimba, apareció la primera escuadra de mujeres con los trajes antiguos de las beduinas, seguida de otra con trajes más recientes, y otra de hombres.

Una nueva carroza infantil precedió entonces a la escuadra de la Manta Roja de Cocentaina, tras la cual llegaron a pie y en pequeñas carrozas Los beduinos mercaderes de enseres y ganado.

En una espléndida jaima llegó entonces el pequeño gran capitán infantil, protegido por una escuadra de mujeres de trajes amenazantes de corte africano cuyas plumas de faisán, mezcladas con otras largas rojas y negras se divisaban desde mucho antes de que tomaran presencia. Por último, cuatro caballos de doma anunciaron la entrada triunfal del Capitán Moro, portada por 16 guardias de negro riguroso y fajín carmesí. El capitán, Francisco Javier Gonzalbes, y su favorita, Julia Nadal, aparecieron deslumbrantes con trajes blancos bordados y decorados con hilo dorado y remates del preciado metal. En su rostro, el capitán reflejaba lo que la jornada anterior definió como "un derroche de sentimientos imposible de explicar" pese a llevar siete años en la fiesta.

Embajada, baile moro y procesión

Hoy la jornada festera arranca a las 7 horas con el pasacalle con dulzaina y tambores, terminando con un desayuno en la plaza de España. A las 8 horas, los cargos festeros participarán también en otro pasacalle previo a la misa de campaña a la puerta de la iglesia que tendrá lugar a las 9 horas. Tras ésta, se oficiará la misa en honor a la Excelsa Patrona, la Virgen de las Injurias, en la parroquia de San Juan Bautista. Ya a las 11.30 el baile Moro infantil mostrará su arte en la plaza del Convent. Los adultos tomarán reemplazo a las 12.30 con el concurso único en todas las fiestas de Moros y Cristianos. Será en la tarde, a las 17 horas, cuando dará comienzo la Embajada, el acto en el que el bando moro insta a los cristianos a abandonar el castillo y, ante la negativa de estos, establecerán una cruel batalla con la victoria de los de la Media Luna. A las 20 horas, tendrá lugar la procesión en honor a la patrona, que por primera vez llevará la capa de capitana honorífica realizada este año por la Associaciò Moros i Cristians de Callosa.