Acostumbrado a rescatar a las personas que quedan atrapadas en la montaña, el pasado martes fue él quien tuvo que ser rescatado mientras se entrenaba escalando el Puig Campana. Jesús Hernández es un bombero de Benidorm con amplia experiencia en la montaña, aunque no por ello exento de que le pueda ocurrir cualquier percance pues no en vano, como repite en varias ocasiones, se trata de una actividad de riesgo. Recién operado y aún sedado para mitigar los dolores se encontraba ayer en la habitación del hospital en el que está internado.

¿Cómo se encuentra tras el accidente?

Mejor, me operaron anoche (el miércoles) y todavía estoy con sedantes. Tengo roto el tendón tibial, el del dedo gordo del pie y también rota la arteria tibial.

Usted es un montañero experimentado que en muchas ocasiones ha salido a la montaña. ¿Recuerda cómo se produjo la caída?

Salí con un compañero del club de Escalada y estábamos haciendo una cresta fácil, la arista noroeste del Puig Campana. Todo iba bien, la temperatura era buena, el material también... en fin, que no tenía que haber problemas. Esa ruta tiene diez tramos y ya íbamos por el octavo. Entonces cogí una piedra grande para apoyarme, la vi bien anclada, pero no era así. Al hacer fuerza se me vino encima y me caí. Quedé colgado de la pared por la cuerda, pero la roca se cayó también y me dio en la pierna.

En este caso le tocó a usted estar en el otro lado, en el de los rescatados. ¿Cómo fue el rescate?

Primero llamamos al 112. Luego me recompuse un poco, busqué una repisa en la que quedarme y llamé a mis compañeros. A los veinte minutos después de la llamada ya estaban allí con un helicóptero para sacarme. Luego, en la parte norte de la montaña había una ambulancia esperándome para atenderme. Primero me trasladaron al hospital de La Vila Joiosa y después al hospital de Levante por estar en la Federación de Montaña. Quiero aprovechar para felicitar a todo el grupo de rescate de Alicante porque lo hicieron a la perfección y actuaron muy rápidamente.

Que le ocurra a personas con mucha experiencia significa que toda precaución es poca en la montaña.

En realidad no hubo ninguna negligencia ni exceso de confianza. Sólo fue la roca que se movió y no tenía que haberlo hecho.

¿Los miembros del grupo de rescate suelen hacer entrenamientos por su cuenta?

La verdad es que sólo tenemos dos prácticas al mes en la montaña. Creo que es insuficiente y por eso los del grupo de rescate siempre estamos entrenando todo lo que podemos en nuestro tiempo libre. Pero también tenemos claro que esta es una actividad de riesgo y que cosas así pueden pasar.

¿Piensa seguir escalando después del percance?

Bueno, de momento tengo que estar dos meses sin apoyar el pie y luego viene la rehabilitación. Los médicos me han dicho que por lo menos tendré que estar medio año convaleciente. Pero pienso seguir escalando, haciendo barranquismo, carreras de montaña. Es lo que me gusta.

En los medios de comunicación leemos continuamente que se producen rescates en el Puig Campana. ¿Es una montaña peligrosa?

Es cierto que hay muchos rescates, pero porque es una de las montañas más escaladas de España. No es una montaña peligrosa, pero sí muy visitada. No hay que olvidar que Alicante es la segunda provincia más montañosa de España y eso hace que muchos aficionados vengan hasta aquí a escalar. De todas formas, cada vez hay menos accidentes porque la gente hace más cursos de preparación. Pero, repito, siempre hay un riesgo inherente y hay que asumirlo.

¿Qué consejos le daría a quien quiera enfrentarse a una montaña?

Que tengan mucha formación y vayan acompañados de personas experimentadas. Todas las montañas tienen rutas fáciles y difíciles. En esta zona hay muchas montañas apreciadas. Por ejemplo, el peñón de Ifach, el Ponoig que tiene mucha calidad en sus paredes, o el propio Puig Campana.