Las catas que se realizan de manera paralela al proceso de reposición de la red de saneamiento y adecuación del vial en la Ronda de les Muralles, en Dénia, han hecho posible la exhumación parcial de los vestigios de un gran edificio, así como de tres tumbas romanas, que datan de los siglos I y II d. C.

Según apunta un informe del arqueólogo municipal, Josep A. Gisbert, los restos de la gran nave hallada podrían ser interpretados como un horreum construido en el segundo cuarto del siglo I. Es decir, se trataría de un gran edificio que se usaría como almacén de mercancías y, al estar tan próximo al mar, su actividad estaría ligada a la del puerto o Portus de Dianium.

El edificio conserva sus cimientos, según indica el informe municipal, y se apunta la hipótesis de que o bien podría estar construido a partir de un buen aparejo de mampostería -opus incertum-, reforzado con sillares de piedra arenisca de la localidad en las jambas de las aperturas -por ejemplo, en las puertas de acceso-, o bien con sillares reutilizados procedentes de otras construcciones.

La fachada, con una anchura de al menos 12 metros, presenta particularidades muy significativas, ya que documentan la lucha contra el medio marino. De hecho, la esquina tiene un ligero talud y, además, existió un antemuro que iba en paralelo a la fachada y que serviría como elemento protector que impediría la entrada de agua.

Entre los restos hallados en los cimientos del edificio destacan utensilios de cerámicas finas, monedas -entre las que se encuentra un as de Domiciano-y el fragmento de una hoja de hiedra tallada en bronce que incluso conserva el nombre del orfebre.

Las obras en la red de saneamiento han permitido a los arqueólogos sondear y conocer los rasgos de los terrenos colindantes a la muralla del Castell y de su ciudad romana.

Otro objetivo era localizar estructuras de época romana que permitieran avanzar en el conocimiento de la topografía de Dianium, municipio creado en tiempos de Augusto-Tiberio. Del conjunto urbano, arqueológicamente, se conocen algunos sectores pero aún no se ha podido delimitar con precisión su perímetro por el oeste y suroeste.

Estos nuevos hallazgos hacen imaginar una Dénia pasada rodeada de playas de arena, por todos sus contornos, que emergió sobre cienos y playas no consolidadas y lacustres.

Tumbas en el "horreum"

Tras el abandono de la actividad del horreum, según una primera hipótesis, en la última década del siglo I una gran actividad marina gana terreno y arrasa diversos edificios próximos a la costa, como ya han apuntado otros datos extraídos de anteriores excavaciones. El interior de los muros del edificio pasa a ser usado como espacio funerario. Allí se han excavado tres sepulturas que datan del siglo II.