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La Guardia Civil ha cifrado en diez millones de euros los beneficios obtenidos por el grupo delictivo desmantelado la pasada semana, acusados de fraude fiscal. Este grupo captaba mendigos e indigentes para falsear la constitución de empresas, a través las cuales eludían la tributación fiscal en operaciones mercantiles y de compraventa de vehículos, y cobraban a los clientes diversas tasas de tramitación.

Las investigaciones de la Guardia Civil permitieron identificar a los 5 miembros de la banda -tres españoles, un argentino y un holandés-, entre ellos el titular de una gestoría de la localidad alicantina de L'Alfàs del Pi y presunto líder del grupo. Al parecer, desde dicha gestoría también se llevaron a cabo numerosas estafas a sus propios clientes, así como falsificaciones de los documentos que éstos aportaban para la realización de distintos trámites, como transferencias de vehículos y constitución de sociedades. La citada gestoría cobraba el Impuesto de Transmisión Patrimonial a particulares que realizaban la transferencia de un vehículo, pero interponían, con el desconocimiento de los clientes, una empresa fantasma como titular del vehículo. Este trámite se realizaba mediante una transferencia simultánea entre el vendedor y el comprador del vehículo, eludiendo así el pago de las tasas correspondientes al impuesto referido y justificando de cara a la administración una transferencia de vendedor a empresa y otra de empresa a comprador. Para poder llevar a cabo estas transferencias se falsificaban las firmas de los clientes en los documentos de transmisión de vehículos que la gestoría remitía a la Jefatura de Tráfico.

La principal actividad de esta organización era el fraude fiscal a la Hacienda Pública en la importación de vehículos de lujo, operaciones que se realizaron por parte de un establecimiento de compraventa de vehículos de Benidorm, del que es titular uno de los detenidos.