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La Guardia Civil ha desmantelado un grupo delictivo organizado que captaba mendigos e indigentes para falsear la constitución de empresas, a través las cuales eludían la tributación fiscal en operaciones mercantiles y de compraventa de vehículos, y cobraban a los clientes diversas tasas de tramitación.

Fuentes de la Benemérita han explicado, a través de un nota de prensa, que el montante económico obtenido por el grupo podría superar los diez millones de euros.

Las investigaciones de la Guardia Civil han permitido identificar a los cinco miembros de la banda -tres españoles, un argentino y un holandés-, entre ellos el titular de una gestoría de la localidad alicantina de L'Alfàs del Pi y presunto líder del grupo.

Este último, a través de personas de su confianza, captaba supuestamente a mendigos e indigentes que, a cambio de una pequeña cantidad de dinero, aceptaban constituir sociedades mercantiles y figurar como administradores únicos, es decir responsables últimos de cualquier actividad llevada a cabo por las falsas empresas.

Al parecer, desde dicha gestoría también se llevaron a cabo numerosas estafas a sus propios clientes, así como falsificaciones de los documentos que éstos aportaban para la realización de distintos trámites, como transferencia de vehículos y constitución de sociedades.

La citada gestoría cobraba el Impuesto de Transmisión Patrimonial a particulares que realizaban la transferencia de un vehículo, pero interponían, con el desconocimiento de los clientes, una empresa "fantasma" como titular del vehículo.

Este trámite se realizaba mediante una transferencia simultánea entre el vendedor y el comprador del vehículo, eludiendo así el pago de las tasas correspondientes al impuesto referido y justificando de cara a la administración una transferencia de vendedor a empresa y otra de empresa a comprador.

Para poder llevar a cabo estas transferencias se falsificaban las firmas de los clientes en los documentos de transmisión de vehículos que la gestoría remitía a la Jefatura Provincial de Tráfico, han añadido las citadas fuentes.

En estos casos, eran la empresas intermediarias o empresas "fantasma" las obligadas a declarar dicho impuesto, pero debido a que sus administradores eran personas ilocalizables (mendigos o indigentes) y sus domicilios fiscales no eran reales, nunca llevaban a cabo dichos pagos, los cuales, por otra parte, sí habían sido cobrados a los particulares por la gestoría.

La principal actividad desarrollada por esta organización era el fraude fiscal a la Hacienda Pública en la importación de vehículos de lujo de países europeos, operaciones que se realizaron por parte de un establecimiento de compraventa de vehículos de la localidad de Benidorm, del que es titular uno de los detenidos.

La práctica consistía en hacer creer a la Agencia Tributaria que eran las empresas "fantasma" las que importaban los vehículos de lujo y éstas, posteriormente, los vendían al establecimiento de compra-venta legal, mediante la emisión de facturas falsas.

Con esta maniobra conseguían eludir el pago del IVA correspondiente en la importación de los vehículos, ya que este tipo de comercio está exento de Impuesto en origen.

Además, la empresa final se deducía el IVA que supuestamente habría pagado en la compra de los vehículos a estas empresas intermedias.

El desarrollo de esta investigación puso de manifiesto que alguna de estas empresas había sido utilizada también como empresa vendedora de vehículos robados, los cuales aparentaban ser importados de países europeos mediante facturas falsificadas aportadas por la gestoría investigada a la Jefatura provincial de Tráfico para su transferencia y matriculación.