La directiva del CD Dénia está de los nervios porque, si el próximo jueves no salda la deuda de 150.000 euros con los jugadores, el equipo, que ahora milita en Segunda B, perderá la categoría. Solo faltaba que la alcaldesa, Ana Kringe, del PP, discrepara de que el ayuntamiento debe acudir al rescate y lanzara dudas sobre la gestión económica del club. Kringe desautorizó así a la concejala de Deportes, Pepa Font, del Centre Unificat, quien en una reciente asamblea del CD Dénia aseguró que el consistorio ayudaría a pagar la deuda. Además, provocó un amago de dimisión en pleno de la directiva del equipo. Su presidente, Eric Barber, y otros directivos se reunieron en la mañana de ayer con la alcaldesa, quien matizó su postura y sofocó un tanto la crisis de gobierno y el enfado del CD Dénia.

Barber, en una rueda de prensa convocada en principio para presentar su dimisión, atribuyó a un malentendido las declaraciones de Kringe sobre la gestión económica. El presidente explicó que el ayuntamiento les adelantará los 60.000 euros de la subvención de 2010-2011 y, además, tienen un patrocinador que aporta otros 40.000 euros. Faltarían 50.000 euros que están negociando lograr.