Leo Bassi consiguió entrar en los Guinness de los Records ayer sábado al subirse en el pato hinchable más grande del mundo en la Playa de Poniente de Benidorm. Un día que estaba esperando durante más de 54 años porque sus padres le impidieron hacerlo durante su infancia y para él era "un reto personal".

Un momento único que tuvo que esperar el humorista italiano durante horas ya que las previsiones de la organización fallaron y comenzó con más de dos horas de retraso ante la admiración de los benidormenses y turistas que veían como iba cogiendo forma el pato. Pero la espera tuvo al final su recompensa, a pocos minutos de las 15 horas Leo Bassi veía como finalizaba de hincharse, lo midió en más de una ocasión con su gente de confianza para asegurarse entrar en los Guinness de los Records y por último animó a sus compañeros, empleados de la Autoridad Portuaria y turistas para acercarlo hasta la orilla de la playa de Benidorm. Una localidad que escogió exclusivamente "porque es un lugar único por su turismo y aquí están las mejores playas de Europa". Además, de que ahora esta presentando en la ciudad de Benidorm su última obra llamada "Utopía".

Una meta que le ha costado al humorista italiano cerca de 8.000 euros y que no ha recibido ni subvenciones ni ayudas de patrocinadores. Algo que lo considera como "propio" porque no quiso compartir su momento de gloria con nadie al asegurar que " los niños en la actualidad están muy consentidos y acceden a lo que pretenden con mucha facilidad".

Pero las docenas de curiosos que vieron como se montaba en el pato tuvieron un recuerdo de Leo Bassi. Regaló replicas pequeñas del pato para los más pequeños.