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Uno de los trenes diesel que operan en la línea 9 del TRAM, que va de Benidorm a Dénia, ha sufrido un descarrilamiento parcial a la altura de Altea, en el que no se han registrado heridos, según han informado a Efe fuentes de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV).

Como consecuencia del percance, el tramo que une Altea y Calpe ha quedado sin servicio durante siete horas.

Las mismas fuentes han indicado que ninguno de los 80 pasajeros que en esos momentos se encontraban a bordo del tren ha tenido que ser atendido por los servicios sanitarios.

El descarrilamiento parcial se ha producido entre las 12.15 y las 12.30 horas en un punto intermedio entre las paradas de Altea y la Olla de Altea, cuando "el último grupo de ruedas" del tren se ha salido de la vía, por causas aún desconocidas.

Según fuentes de FGV, el accidente ha ocurrido en un tramo en el que la velocidad está limitada a 20 kilómetros por hora.

Como consecuencia del descarrilamiento parcial, el tramo que une Altea y Calpe no ha estado operativo hasta las 19.00 horas, por lo que desde FGV se ha habilitado un servicio de autobús para trasladar a los usuarios.

Los 80 pasajeros que iban a bordo cuando se ha registrado el suceso han sido transportados en otro tren hasta la estación de Altea.

Fuentes de FGV han explicado a Efe que ahora se estudian las posibles causas que han podido originar el descarrilamiento parcial, aunque han precisado que "está prácticamente descartado" que se haya debido a un fallo humano o un exceso de velocidad.

En el lugar se ha practicado un estudio de la vía y el tren accidentado será trasladado a los talleres de Alicante para que el personal técnico lo analice en busca de algún posible fallo que haya desencadenado el descarrilamiento.

Desde FGV han señalado que diariamente pueden utilizar la línea 9 "entre 2.000 y 3.000 personas".