Altea encara la decimonovena edición de su feria, del 9 al 12 de octubre, con diferentes innovaciones. Entre ellas consta la ampliación de los servicios a comercios y empresas, la participación de un representante del mundo de las bodas y eventos en general, así como una pequeña feria de tapas que reforzará el mundo de la gastronomía.

El alcalde de Altea, Andrés Ripoll, destacó "el esfuerzo de la feria en ofrecer una nueva edición que se adapta a los tiempos que corren". Además se mostró satisfecho de "que la feria sigue aportando novedades y ofreciendo ilusión gracias a AEPA, la Asociación de Empresarios de Altea". La concejalía de Comercio colabora con ésta a través de la firma de un convenio por valor de 18.000 euros, además de ceder las instalaciones del Palau del Esports. Este año se repartirán 25.000 entradas con las previsiones de que se superen los 10.000 visitantes de 2009, según indicó Javier Maroto de Grupo Line, que también aprovechó para anunciar que "se va a intentar que otros ayuntamientos participen en la feria promocionándose turísticamente".