El juzgado de Elche ha condenado a la Universidad Miguel Hernández a readmitir o indemnizar a una trabajadora a la que comunicó su despido el día en que ésta iba a reincorporarse a su puesto de trabajo.

La trabajadora ejercía de modelo en la asignatura Dibujo del Desnudo en la facultad de Bellas Artes de Altea desde hace once años y cada final de curso su contrato se extinguía. En septiembre pasado, cuando acudió de nuevo a la facultad le comunicaron que estaba despedida. Ahora, la justicia le ha dado la razón y obliga a la UMH a su readmisión ya que estima que se trató de un despido improcedente, o bien a indemnizarla con 20.246 euros, resultante de los 45 días por año trabajado en la facultad.

La sentencia recoge que el caso de Dolores Bayarri, la modelo despedida, es "perfectamente asimilable" al de los profesores que son llamados año tras año para impartir clases a lo largo de todo el curso escolar y considera que la relación que unía a ambas partes "ha de reputarse indefinida" desde el primero de los años en que comenzó su trabajo. Igualmente incide en que la carta que Dolores Bayarri recibió el 15 de junio en la que se le decía que su contrato acababa "no expresa claramente que sea despedida" y añade que la misma debía llevarle a confusión "pues esta misiva se venía repitiendo año tras año". El juez entiende que la relación laboral entre las dos partes se extendió hasta septiembre de 2009 y que la negativa de la facultad para que se incorporase "es equiparable a un despido". Toda vez que no se ajusta al Estatuto de los Trabajadores, el despido es improcedente. La Universidad, no obstante, ha recurrido la sentencia.

Ayer, Dolores Bayarri se mostraba satisfecha con la resolución judicial, aunque lamentaba que la Universidad hubiera optado por el recurso, que retrasará aún más el pago de la indemnización o su readmisión en el centro. "No llego a fin de mes, me van a echar de mi casa" en la que vive en alquiler. La afectada señalaba además que tampoco puede pagar un préstamo que tiene con el banco y añadía que "con 55 años que tengo, a ver a dónde voy a pedir trabajo". Dolores Bayarri tiene a su cargo una hija de 19 años "que de momento no tiene futuro". Igualmente arremetió contra la UMH, cuyo abogado llegó a decir que ella no acudió en septiembre "pero en el juicio quedó acreditado que sí". El paro se le ha terminado porque lo cobraba cada verano y ahora apenas recibe "400 euros de un subsidio que hay que renovar cada seis meses". Lo que pide es que "de una vez por todas se saque mi plaza". Este diario se puso ayer en contacto con el Rectorado para recabar su versión al respecto pero no obtuvo respuesta alguna.