Los más de 800 asociados de la Casa de Andalucía de Benidorm despidieron ayer sus días grandes con la bajada de la Virgen del Rocío desde el recinto ferial hasta la iglesia de la Almudena. Un emotivo acto en el que volvió a quedar patente el fervor de los andaluces hacia su Blanca Paloma, que como es tradición fue portada por las "romeras", parando antes de dejar el recinto en cada una de las casetas en las que han celebrado desde el viernes la Romería del Corpus. El paso era marcado con las salvas que los presentes dedicaban a la Virgen en cada parada, al son de las palmas, la guitarra y los tambores, mientras acercaban a los niños a la Blanca Paloma para recibir su protección. Ya en la iglesia de la Almudena tuvo lugar una emotiva misa rociera, tras la cual cerraría el acto de Romería el presidente, las reinas y "guapas" de la asociación.