Acaba de aterrizar en Benidorm para ponerse al frente de la entidad que regirá la política turística local y, aunque no quiere desvelar sus primeras medidas, se muestra convencido de la necesidad de diferenciar la marca Benidorm en el mercado internacional.

Moisés Jorge Naranjo es diplomado en Turismo. Se inició en el Parlamento Europeo. Tras cinco años al frente del Patronato de Turismo de Fuerteventura accedió a la gerencia del Consorcio de Turismo y Congresos de A Coruña. Ahora toca Benidorm.

¿Qué sabe de Benidorm y de su modelo turístico?

He estudiado mucho el modelo y el destino Benidorm. Hay ideas y propuestas, pero no quiero desvelar nada porque antes hay que consensuarlas con la Concejalía y los patronos. Pero sí habrá una labor de captación de copatronos para tener más capacidad económica.

Barcelona fue el municipio pionero en este tipo de entes turísticos. ¿Es el modelo a seguir?

Hay diferentes modelos. Antes estaban los Patronatos de Turismo, ahora hay sociedades mixtas de promoción que son apoyadas por el Estado. Pero nadie mejor que los empresarios para gestionar y diseñar el turismo.

¿Qué persigue la Fundación Turisme Benidorm?

Debe ser un instrumento para maximizar los recursos. Y para ello no podemos quedarnos sólo en el ámbito local, sino hablar con la Cámara de Comercio, la Autoridad Portuaria... Los diez millones de turistas que nos visitan deben ser los principales promotores de la ciudad.

¿Considera que la marca Benidorm debe tener su protagonismo en solitario en el mercado internacional?

Esta marca tiene identidad y solvencia propia para acudir a destinos donde tiene una presencia estable. La gente acude más por Benidorm que por otra marca. La proyección internacional debe ir por ahí.

¿Es fundamental el AVE a Benidorm?

Sin medios de transporte solventes los destinos no pueden subsistir. Fomentar el crecimiento en ese sentido es fundamental.